El Fuerte de Breendonk, en la provincia de Amberes, se empleó como campo de concentración en la II Guerra Mundial. Descubriremos su oscuro y turbio pasado en esta excursión desde Bruselas.
Itinerario
Nos reuniremos en la celebérrima Grand Place a las 8:30 horas. Desde este céntrico punto de la capital belga nos dirigiremos a pie hasta la cercana Estación Central de Bruselas, donde tomaremos un tren hacia el norte de Bélgica.
Tras un trayecto de apenas 40 minutos llegaremos a la estación de Willebroek: una pequeña localidad de la provincia de Amberes marcada por las huellas y los recuerdos de la II Guerra Mundial. Atravesando a pie el casco antiguo del municipio llegaremos hasta el Fuerte de Breendonk, un baluarte de 1906 que 34 años más tarde los nazis utilizarían como campo de concentración.
Tras la ocupación de Bélgica por parte del III Reich, las lúgubres dependencias de Breendonk fueron empleadas como prisión y sala de interrogatorios para las personas deportadas hacia este lugar. Durante nuestra visita recorreremos las oficinas de los cuadros de mando de las SS, las celdas y las antiguas habitaciones de los prisioneros, que en muchas ocasiones perecían por la insalubridad de sus cuartos.
Detallaremos cómo era el día a día en este lugar mientras vamos conociendo cómo fue evolucionando la contienda internacional en esta zona de Europa, clave para los planes expansionistas del régimen de Hitler.
Finalizada la visita por Breendonk, daremos un paseo hasta la estación de Willebroek para tomar el tren de vuelta a Bruselas. La llegada a la capital belga está prevista a las 14:00 horas.
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