Ruta de Leonardo da Vinci
¿Alguna vez habíais pensado en realizar una ruta centrada en un artista? Desde Civitatis os proponemos una ruta de Leonardo da Vinci, un recorrido por las ciudades más importantes en la vida personal y artística de este gran hombre del Renacimiento italiano.
Una forma diferente de conocer ciudades increíbles de Italia y Francia y que fueron fundamentales para Leonardo. Este genio universal consiguió cambiar el rumbo de la historia gracias a sus estudios y trabajos en áreas tan diversas como el arte, la arquitectura o la anatomía. ¡Vamos a descubrirlo!
Vinci
Aquí fue donde comenzó todo. A pesar de que hay dudas sobre el lugar exacto del nacimiento del gran genio, todo apunta a Vinci como la localidad italiana que vio nacer a Leonardo en 1452. Situada a poca distancia de Florencia, es la primera parada para comenzar a descubrir el trabajo del artista.
Leonardo, descendiente de una rica familia de nobles italianos, entró como aprendiz en uno de los talleres de arte más prestigiosos perteneciente a Andrea del Verrocchio. A pesar de sus constantes viajes entre Vinci y Florencia, en el dibujo titulado Paisaje del valle del Arno, el más antiguo que se conserva del artista, se puede identificar los paisajes de Vinci.
Si esto os parece pocas razones para comenzar la ruta de Leonardo da Vinci en Vinci, la localidad acoge el Museo Leonardiano di Vinci. Ubicado en el castillo de Conti Guidi, conserva una de las mayores colecciones de inventos y máquinas de Leonardo da Vinci, desde estudios sobre el vuelo y el movimiento del agua, diseños de máquinas de guerra, estudios sobre el cuerpo humano y hasta máquinas textiles.
Florencia
Desde Vinci nos trasladamos a Florencia para seguir las huellas del joven Leonardo. Tal y como hemos comentado anteriormente, nuestro protagonista viajaba constantemente hasta Florencia para aprender las técnicas de dibujo y pintura, pasando por las bases de la química, hasta llegar a los grabados y a la escultura.
Además, en su primera etapa en Florencia y tras pasar seis años como aprendiz junto a Verrocchio, Leonardo montó su propio taller y pintó su primer cuatro, la Virgen del Clavel, en 1476. Aunque en 1482 abandonó Florencia para trasladarse a Milán, pero regresó a la ciudad de los Médicis en numerosas ocasiones.
Milán
Continuamos en Milán, la ciudad a la que es enviado Leonardo da Vinci en 1482 por orden de Lorenzo de Médici para ser emisario florentino. Las habilidades de Leonardo en temas como ingeniería le hacen formar parte de los ingenieros ducales de los Sforza durante veinte años.
Así mismo, el polímata italiano pinta La Virgen de las Rocas o La última cena, una de las obras más representativas del Renacimiento y, como no, uno de los momentos cumbre en la trayectoria artística como pintor. La ruta de Leonardo da Vinci no estaría completa sin visitar la obra en la iglesia y convento de Santa Maria delle Grazie.
Venecia
Viajero empedernido de su época, Leonardo da Vinci no puede evitar acudir a Venecia para perseguir sus ansias de aprender y perfeccionar sus diferentes áreas de trabajo. En la ciudad de los canales elabora un sistema de defensa contra las posibles invasiones de los turcos.
¿Conocéis el Hombre de Vitruvio? ¡Seguro que sí! Reproducido en numerosas ocasiones, esta magnífica obra de Leonardo da Vinci que representa el estudio de anatomía sobre las proporciones ideales del cuerpo humano, se conserva en la Galería de la Academia de Venecia desde 1822. Sin embargo, dado a su fragilidad e importancia, este famoso dibujo se exhibe al público tan solo una vez cada diez años. ¡Un sueño para todo aquel que realiza una Ruta de Leonardo da Vinci!
Roma
Antes de llegar a Roma, Leonardo continúa viajando entre Milán, Florencia y Venecia y comienza obras tan icónicas como La Gioconda en 1503, expuesta en el Museo del Louvre. La ruta de Leonardo da Vinci nos traslada a 1513, año en el que el artista se traslada a Roma para trabajar para el papa León X.
En estos momentos, en el Vaticano, Rafael y Miguel Ángel trabajaban sin descanso en obras que pasarían a la historia. Sin embargo, Leonardo no recibe nada más que encargos poco relevantes, lo que le llevó a confesar la famosa frase de “Los Médici me han creado, los Médici me han destruido”, una decepción que le lleva a abandonar Roma e Italia definitivamente y viajar a Francia, donde pasará sus últimos años de vida.
Sin embargo, la ciudad eterna no duda de la genialidad de da Vinci, y lo demuestra en la Mostra di Leonardo, una colección permanente que expone los inventos más importantes del gran genio florentino.
Amboise
Para finalizar la ruta de Leonardo da Vinci, nos acercamos a Amboise. En 1516 se muda junto a dos de sus alumnos, Francesco Melzi y Salai, a Francia, donde el rey Francisco I les instala en el castillo de Clos-Lucé.
Leonardo pasaría sus últimos cinco años de vida en la residencia de recreo de los reyes de Francia, concretamente hasta su fallecimiento el 2 de mayo de 1519. Los restos de Leonardo da Vinci están enterrados en la capilla de Saint-Hubert, en el Castillo de Amboise. ¡Un lugar impresionante para rendir homenaje a uno de los grandes genios de la historia!