Qué ver en Viena: 15 lugares de visita obligada
Conocida como la Ciudad de la Música, la capital de Austria es un destino que sorprende en cualquier época del año. Alberga impresionantes palacios imperiales, fastuosas iglesias y, respecto a su historia, destacan sus vínculos con célebres personajes como Sissi Emperatriz o el mismísimo Mozart. Sin duda, hay motivos de sobra para perderse por sus calles y descubrir todo su legado. Por este motivo, hemos querido recopilar para vosotros un itinerario práctico con los 15 imprescindibles que ver en Viena.
Esta guía está organizada por proximidad, es decir, encontraréis primero los monumentos más céntricos y poco a poco otros atractivos de los alrededores. Os explicaremos cómo visitar todos estos lugares aunque, también, os recomendamos reservar un free tour por Viena o un tour privado para tener una primera toma de contacto con la ciudad. Ahora sí, hora de tomar nota y descubrir qué hacer en Viena.
1. Iglesia de San Carlos Borromeo
El centro histórico de Viena está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Como parte de este conjunto monumental la iglesia de San Carlos Borromeo, enamora a turistas y locales. Sorprende por su gigantesca cúpula y las dos enormes columnatas barrocas inspiradas en la columna de Trajano de Roma.
El templo se levantó en el siglo XVIII tras una terrible epidemia de peste que se cobró unas 80.000 víctimas. Se dedicó a San Carlos Borromeo, arzobispo de Milán, quien cumplió un papel crucial en la lucha contra esta enfermedad entre los años 1576 y 1578. Una historia triste y, a la vez, fascinante.
La entrada a esta iglesia es de pago, pero merece la pena acceder a ella para contemplar sus minuciosos frescos. Al fin y al cabo, es uno de los monumentos más famosos que ver en Viena.
2. Ópera Estatal de Viena
Otro de los iconos de la capital de Austria es la Ópera Estatal, un edificio de gran belleza exterior e interior. Tiene una capacidad para más de 2.000 espectadores y se inauguró el 25 de mayo de 1869 con la obra Don Giovanni de Mozart. Desde entonces, se ha convertido en una de las compañías de ópera más prestigiosas e importantes del mundo.
La entrada a este templo de la buena música está incluida en la Vienna Pass, una tarjeta turística perfecta para ahorrar dinero si tenéis pensado entrar a varios monumentos. Si lo preferís, tenéis la opción de reservar una entrada para uno de sus conciertos consultando la programación en su web oficial.
3. Palacio de Hofburg
El palacio de Hofburg está estrechamente vinculado con la dinastía de los Habsburgo. De hecho, fue su residencia real durante unos seis siglos. Su construcción se inició hacia 1279 y desde entonces no ha parado de experimentar remodelaciones y ampliaciones. ¡Tiene más de 2.600 salas! Actualmente, alberga varias exposiciones y es la residencia oficial del presidente de la República de Austria.
Dentro del complejo del palacio encontramos varias áreas interesantes, entre ellas un museo dedicado a Sissi Emperatriz, una de las bibliotecas más bonitas del mundo, una impresionante Sala del Tesoro o la Escuela Española de Equitación. La mayoría de estos espacios están incluidos en la Vienna Flexi Pass y podéis encontrar mucha más información en el catálogo completo de entradas, tours y actividades en el Palacio Imperial de Hofburg.
4. Biblioteca Nacional de Austria
El palacio de Hofburg alberga la Biblioteca Nacional de Austria, otro de los imprescindibles que ver en Viena. En este espacio, diseñado por orden el emperador Carlos VI, se custodian más de 200.000 libros y manuscritos escritos entre los años 1501 y 1850. Todos ellos, sostenidos en más de 120 antiquísimos estantes de madera.
Por si esto fuera poco, la Sala de Gala de esta biblioteca barroca está decorada con frescos, estatuas de mármol, globos terráqueos, objetos antiguos y otras piezas realmente interesantes. ¿Os animáis a participar en una visita guiada por la Biblioteca Nacional de Austria?
5. Escuela Española de Equitación
Aunque la Escuela Española de Equitación ya era famosa desde tiempo atrás, su mayor impulso turístico le llegó a partir del 2015, cuando la Unesco la declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Esta institución pertenece al palacio de Hofburg y data del año 1580. Fue en esta época cuando el emperador Maximiliano II de Habsburgo decidió entrenar a caballos de raza lipizzana, una de las más antiguas de Europa, en la clásica tradición de equitación española.
Hoy en día, los caballos y jinetes de esta escuela viajan por todo el mundo organizando exhibiciones y espectáculos que sorprenden en cualquier rincón del planeta. Su sofisticación y delicadeza es única. Pero… ¿qué podemos ver en Viena? Los visitantes pueden abonar una entrada para ver cómo se entrenan a diario estos equinos o para disfrutar de un show ecuestre inolvidable.
6. Museo Sissi
No podemos hablar del palacio de Hofburg sin citar una de sus exposiciones más importantes: el museo Sissi. La famosa emperatriz, Isabel de Austria, es uno de los personajes históricos más fascinantes de Europa y en este museo se exponen infinidad de objetos que pertenecieron a esta monarca del Imperio Austrohúngaro. Retratos, su vestido de novia, su traje de coronación y mucho más es lo que os espera en este lugar.
No podéis visitar Viena y no participar en el tour de Sissi por el Palacio de Hofburg, un recorrido temático especializado en esta importante figura. Relacionado con la emperatriz, también podéis reservar una entrada al Tesoro Imperial del palacio Hofburg.
7. Museo de Historia del Arte de Viena
A escasos pasos del palacio de Hofburg se encuentra el Museo de Historia del Arte de Viena. ¿Sabíais que es el museo más visitado de la ciudad? Objetos del Antiguo Egipto y de Oriente Próximo, monedas antiquísimas y una pinacoteca realmente valiosa conforman esta galería. Velázquez, Caravaggio, Tiziano, Vermer, Rubens o Durero son algunos de los artistas presentes aquí.
Podéis adquirir el billete de acceso en las taquillas o reservar con antelación la entrada al Kunsthistorisches Museum, el Museo de Historia del Arte de Viena. Aprovechad que estáis en esta zona para visitar el Museo de Historia Natural de Viena, ubicado justo en frente.
8. Cripta Imperial de Viena
Ubicada bajo la iglesia de los Capuchinos, muy cerca del palacio de Hofburg, se encuentra la Cripta Imperial de Viena. Más de 140 cuerpos reposan en sus sarcófagos. Emperadores, princesas, duquesas, reyes, archiduques son algunos de los cargos que podemos encontrar representados en este lugar de entierro. Al fin y al cabo, fue elegido como el lugar predilecto de descanso eterno de los Habsburgo desde el siglo XVII.
Entre las tumbas más famosas, destaca la de la duquesa Isabel en Baviera o Sissi, su marido el emperador Francisco José I o el archiduque Rodolfo, el hijo más joven del emperador Leopoldo II y de la infanta María Luisa de España. Para conocer este espacio de forma guiada, nada mejor que el tour por el Palacio Schönbrunn y la Cripta Imperial.
9. Parlamento de Austria
El Parlamento austríaco es uno de los edificios más bonitos que ver en Viena y uno de los más importantes de la Ringstrasse, su avenida más monumental. Este espacio gubernamental se construyó en el siglo XIX en estilo neoclásico con el objetivo de recordar a la estética de la Antigua Grecia, cuna de la democracia.
Fue en este lugar donde se proclamó la República de Austria tras la caída del Imperio de los Habsburgo, por lo que su papel en la historia del país es más que evidente. Aunque fue seriamente dañado durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, diversos trabajos de rehabilitación le han devuelto su esplendor habitual.
La web oficial del Parlamento de Austria ofrece visitas guiadas gratuitas, pero éstas se agotan con facilidad. Sin embargo, si no conseguís participar en estos recorridos o simplemente no queréis hacerlo, sí que es muy recomendable acercarse al menos a ver los exteriores del edificio. ¡Es sorprendente!
10. Casa de Mozart
Amantes de la historia y la música, la Mozart Haus no puede faltar en vuestra lista de lugares que ver en Viena. El célebre artista llegó a vivir hasta en una decena de casas, pero ésta es la única que se conserva actualmente, de ahí, su gran valor. Adquiriendo una entrada a la Casa Museo de Mozart os adentraréis en el inmueble donde residió el artista con su familia entre 1784 y 1787.
El museo cuenta con infinidad de elementos que permiten descubrir la vida y obra de Wolfgang Amadeus Mozart quien, aunque nació en Salzburgo, vivió durante bastantes años en la capital. De hecho, pasó sus últimos días en esta ciudad y fue enterrado en estas tierras, en el cementerio de St. Marx. Retratos, partituras, instrumentos y otros objetos forman parte de la exposición.
11. Catedral de San Esteban
Ubicada en pleno corazón del casco antiguo, la catedral de San Esteban enamora por su bella fachada y cautiva con su historia. Conocido localmente como Stephansdom, es el edificio religioso más importante que ver en Viena. ¿Sabíais que aquí se organizó la boda y el funeral de Mozart? Además, al igual que la Cripta Imperial, alberga los restos mortales de varios miembros de la realeza.
El monumento data del año 1137, aunque no ha parado de ampliarse y rehabilitarse durante siglos. Como resultado, encontramos elementos románicos, góticos y renacentistas. Dentro destacan especialmente las catacumbas, el púlpito de Pilgram o la imagen de Cristo crucificado, entre otros detalles. Por otra parte, subir a sus torres es una experiencia única pues ofrecen las mejores vistas de la capital austríaca así como de los propios tejados con mosaicos del templo.
De momento, sólo se pueden comprar los billetes de acceso en persona y no online. No obstante, es posible consultar los precios y horarios actualizados en la web oficial de la catedral de Viena.
12. Iglesia de San Pedro
Conocida por la población local como Peterskirche, esta iglesia del siglo XVII es un perfecto ejemplo de la arquitectura barroca. Tiempo atrás, este terreno ya había sido ocupado por un lugar de culto que acabó ardiendo en llamas. Tras este triste episodio, se levantó la actual iglesia que sorprende por su ornamentada decoración y su opulencia. Los frescos de su cúpula, sus esculturas y su infinidad de detalles dorados le dan un toque muy especial. ¡Un imprescindible que visitar en Viena!
El acceso es gratuito, aunque una de las mejores formas de conocer este lugar es reservando una entrada para un concierto de música clásica en la iglesia de San Pedro. ¿Os animáis?
13. Reloj Anker
Quizás no es tan famoso como el Reloj Astronómico de Praga pero el Reloj Anker se ha convertido en toda una atracción turística que ver en Viena. Su historia se remonta al año 1914, cuando la compañía de seguros decidió decorar con este engranaje el puente que unía dos de sus edificios. De ahí, el origen del nombre.
¿Qué tiene de especial? Cada hora está dedicada a un personaje vinculado con el pasado de la ciudad y el país como María Teresa I de Austria, Rodolfo I de Habsburgo, Marco Aurelio, Carlomagno o Joseph Haydn. En cada hora en punto, una de estas figuras mecanizadas aparece ante la atónita mirada del público.
Uno de los momentos más especiales ocurre a mediodía, cuando las 12 figuras desfilan al son de la música. Como añadido, si estáis en Viena en Navidad veréis cómo este espectáculo se ameniza con villancicos.
14. Palacio Belvedere
El palacio Belvedere se encuentra algo más al sur del centro de Viena, aproximadamente a unos 20 minutos a pie de la iglesia de San Carlos Borromeo. Este complejo fue la antigua residencia de verano del príncipe Eugenio de Saboya y actualmente alberga dos museos, el Alto Belvedere (Oberes Belvedere) y el Bajo Belvedere (Unteres Belvedere). Ambos espacios están unidos por un fabuloso jardín con fuentes y esculturas.
Aunque uno de los grandes atractivos de este palacio es que alberga la obra El Beso de Gustav Klimt, su colección es mucho más amplia. Cuenta con obras del arte barroco y medieval y con salas con mucha historia y exquisitamente decoradas como la Galería de Mármol o el Salón de los Espejos.
Tenéis la posibilidad de recorrer sus estancias a vuestro aire adquiriendo una entrada al Museo Belvedere o bien, profundizar en su historia con un experto participando en una visita guiada por el palacio Belvedere. ¡Vosotros decidís!
15. Palacio Schönbrunn
Hacer una visita guiada por el palacio Schönbrunn es uno de los planes imprescindibles que hacer en Viena. ¿Será cierto que es uno de los palacios más bonitos del mundo? ¡Descubridlo vosotros mismos!
Schönbrunn se encuentra algo alejado del centro histórico de la capital de Austria, pero es fácilmente accesible en transporte público. El trayecto apenas lleva unos 20 o 30 minutos. Levantado en el siglo XVII, este complejo fue la residencia de verano de la familia imperial, incluida de la mítica Sissi Emperatriz.
El edificio y sus jardines están declarados Patrimonio de la Humanidad y su belleza es tal que algunos lo han apodado como el Versalles vienés. Sus más de 40 habitaciones visitables destacan por su sobrecargada ornamentación y su aura lujosa, fiel reflejo de su pasado imperial. Como añadido, aquí se encuentra la entrada al Museo de Carruajes Imperiales.
Si accedéis al catálogo completo de visitas guiadas y entradas al palacio Schönbrunn encontraréis actividades de todo tipo, desde conciertos con cena incluida hasta billetes para el tren turístico que recorre sus terrenos o un recorrido completo que incluye tour por Viena y visita al palacio Schönbrunn. Se trata de la la lista más completa y actualizada de planes para explorar uno de los grandes iconos que ver en Viena.
¿Cuántos días son necesarios para visitar Viena?
Aunque todo depende del presupuesto y de los días de vacaciones disponibles, lo ideal es visitar Viena en 3 días o más. De esta forma, podréis dedicar las dos primeras jornadas a conocer los encantos de su centro histórico y tendréis, al menos tiempo extra para ir al palacio Schönbrunn o a otros lugares de los alrededores viajando en vehículo participar o animándoos a recorridos guiados como la excursión a Hallstatt.
Respecto a la mejor época para viajar a Viena, las opiniones entre los viajeros suelen estar muy divididas. Algunos prefieren ir en verano, por sus mayores horas de luz y sus temperaturas agradables. Otros en cambio, pese al frío, se decantan por visitar este destino en diciembre para disfrutar de Viena en Navidad.
En cualquier caso, tanto las Navidades como los meses de julio a septiembre son considerados temporada alta. Por tanto, si queréis vuelos y alojamientos más económicos, lo ideal sería evitar estas épocas. Todo depende de vuestras motivaciones y el importe que tengáis en mente.
Comida y cafeterías de Viena
¿No sabéis qué comer en Viena? Si hay un plato, o mejor dicho, postre típico de esta ciudad, es sin duda la tarta Sacher. La receta es clara: un bizcocho de chocolate con un relleno de mermelada de albaricoque y un glaseado de chocolate negro. Un producto delicioso, cuyos orígenes se remontan al año 1832, y que se ha convertido en todo un símbolo de la gastronomía local. El Café Sacher es uno de los lugares más emblemáticos para probar esta delicia.
En cuanto a productos salados sobresale el wiener schnitzel, un riquísimo escalope de ternera que generalmente se acompaña de una ensalada de patatas. La rindsuppe, una sopa de carne, o la forelle nach müllerin art, un plato de trucha, también son característicos.
Os dejamos aquí recopiladas algunas actividades específicamente pensadas para los visitantes más gourmet:
- Cata de cervezas austriacas en Viena.
- Cata de vinos austriacos en Viena.
- Tour gastronómico por Viena.
- Cena con espectáculo en Viena.
Transporte en la capital de Austria
Si os preguntáis cómo ir del aeropuerto de Viena al centro, lo cierto es que existen múltiples alternativas. Una de las opciones más cómodas es ir en taxi o, mejor aún, optar por un servicio de transfer aeropuerto-hotel con precio cerrado. El recorrido por carretera dura aproximadamente 30 minutos. Por supuesto, es posible optar por los trenes o los autobuses lanzadera.
Una vez estéis en el centro, lo habitual es alternar recorridos a pie con pequeños trayectos en transporte público. Autobuses, tranvías y varias líneas de metro configuran la red de transporte en Viena. Es posible adquirir billetes sencillos, pagar abonos diarios o realizar viajes ilimitados gracias a la Vienna City Card. Depende de la ubicación del alojamiento y de cuánto queráis andar, deberéis optar por una u otra opción.
Por otra parte, existe la posibilidad de viajar en el autobús turístico de Viena. Esta ruta está especialmente diseñada para recorrer los puntos más emblemáticos de este destino. Asimismo, permite bajar y subir en cualquiera de sus paradas de forma ilimitada durante el tiempo de validez del billete, que suele oscilar entre las 24 y 48 horas.
No hay duda, hay muchas excursiones, visitas guiadas y actividades en Viena. Ahora que ya conocéis sus imprescindibles, solo queda decidir qué lugares queréis visitar y empezar a disfrutar de la aventura. En Civitatis Magazine estaremos siempre encantados de ayudaros a organizar y llenar vuestro viaje de experiencias enriquecedoras.