Qué ver en Venecia: 10 lugares imprescindibles

¿Queréis saber qué ver en Venecia para descubrir su historia y secretos? Esta joya italiana, suspendida sobre las aguas centelleantes de la laguna, es mucho más que un simple decorado de ensueño. Sus laberínticas callejuelas, majestuosos palacios y canales serpenteantes guardan siglos de historia, intrigas y leyendas que esperan ser desveladas.
Para que no os perdáis nada, en Civitatis hemos seleccionado 10 lugares imprescindibles que visitar en Venecia. Con nuestras visitas guiadas y el Venice City Pass podréis descubrir sus leyendas y monumentos. Pasearéis por la Plaza de San Marcos, admiraréis los palacios que bordean el Gran Canal y exploraréis su arquitectura única. Cada rincón de Venecia esconde una historia única… ¿Listos para descubrirla?
1. La plaza de San Marcos: el corazón veneciano
Si Venecia tuviera un corazón, sin duda sería la Plaza de San Marcos. Este auténtico teatro al aire libre, ha sido durante siglos el centro de la vida política, religiosa y social de la ciudad. Siempre animada, esta plaza es el punto de partida ideal para explorar la Serenissima.
Desde el imponente Campanile de San Marcos, disfrutaréis de vistas impresionantes de la laguna. La Torre del Reloj, con sus figuras autómatas, marca las horas con precisión. Con un guía local, entenderéis el simbolismo de sus monumentos y las anécdotas que marcaron su historia. Podéis optar por un free tour por Venecia, una manera ideal de conocer la plaza y sus alrededores, o, si preferís profundizar en la historia, tenéis la opción de una visita guiada por la plaza de San Marcos.

2. La Basílica de San Marcos: el tesoro dorado de Venecia
Situada en el extremo oriental de la plaza, la Basílica de San Marcos es una joya arquitectónica que fusiona influencias bizantinas, góticas y renacentistas. Su exterior, con sus cinco cúpulas y su impresionante decoración de mármol y mosaicos, deja entrever la riqueza que aguarda en su interior. Definitivamente es un lugar que tenéis que ver en Venecia.
Cruzando sus puertas, el espectáculo es aún más grandioso. Más de 8.000 metros cuadrados de mosaicos dorados iluminan el interior con una luz casi mística. En su Pala de Oro, un retablo realizado con miles de piedras preciosas, se refleja el esplendor de la antigua República de Venecia. Desde el museo y el balcón, podréis admirar de cerca los famosos caballos de bronce, traídos desde Constantinopla. Además, disfrutaréis de una vista única de la plaza. Si queréis descubrir los secretos de esta catedral, os recomendamos apuntaros a esta visita guiada por la Basílica de San Marcos. ¿Queréis completar la visita? Entonces no os quedéis sin ver la imponente Pala D’Oro.

3. El Palacio Ducal: el poder y el misterio de la Serenissima
Otro atractivo que tenéis que ver en Venecia es el imponente Palacio Ducal, un símbolo del esplendor y la autoridad de la antigua República de Venecia. Con sus delicadas fachadas de mármol rosa y blanco, este edificio fue mucho más que la residencia del dux: era el epicentro del gobierno veneciano y un lugar donde se tomaron decisiones que marcaron la historia del Mediterráneo.
Su interior, decorado con frescos de Tintoretto y Veronese, revela la grandiosidad con la que Venecia gobernaba su imperio. Pero más allá de sus majestuosas salas de audiencia y su impresionante Sala del Gran Consejo, el palacio esconde pasajes más oscuros… Con esta visita guiada por el Palacio Ducal, podréis recorrer la siniestra prisión donde estuvo encarcelado el célebre Casanova, quien, lejos de aceptar su destino, burló la vigilancia de sus carceleros limando los barrotes de su celda antes de escapar por los tejados del palacio. ¡Una fuga espectacular, digna de las mejores historias de aventuras!
Si queréis entrar en la Basílica de San Marcos y el Palacio Ducal, además de hacer una visita guiada por la ciudad, no os perdáis esta oferta que combina las tres experiencias.

4. El Puente de los Suspiros: una historia más oscura de lo que parece
Justo al lado, el Puente de los Suspiros parece sacado de un cuento de hadas, con su elegante arco de piedra blanca que atraviesa el canal. Sin embargo, detrás de su apariencia romántica se esconde una historia mucho más sombría. Construido en 1602, este pasaje conectaba las salas de interrogatorio del Palacio Ducal con las prisiones del Estado. Era por este puente por donde pasaban los condenados, echando una última mirada a la laguna antes de ser engullidos por la oscuridad de los calabozos. Se dice que sus suspiros de despedida inspiraron el nombre de este puente, añadiendo un matiz trágico a su belleza.
Pero Venecia es un lugar de contrastes y, con el tiempo, esta pasarela se ha convertido en un símbolo del amor. Según la leyenda, las parejas que pasan bajo ella en góndola al atardecer, bajo el suave repique de las campanas de la ciudad, quedarán unidas para la eternidad. ¿Os animáis a hacerlo en este paseo en góndola?

5. Los canales de Venecia: el alma de la ciudad
Es difícil imaginar Venecia sin ver sus icónicas góndolas deslizándose por los canales, siluetas atemporales que forman parte del paisaje desde hace siglos.
Dato curioso: antiguamente, estas embarcaciones estaban ricamente decoradas, con colores vivos y dorados resplandecientes. Sin embargo, tanta extravagancia acabó molestando a los Dux, hasta el punto de imponer el negro como único color permitido, poniendo fin a las ostentosas rivalidades entre los nobles venecianos.
Hoy en día, cada góndola es una auténtica obra de arte, hecha a mano según la tradición. Compuesta por 280 piezas de madera diferentes, está diseñada para adaptarse perfectamente a las aguas de la laguna y a los precisos movimientos del gondolero. Porque sí, navegar una góndola es todo un arte: cada remero debe aprender a manejar su embarcación con precisión, desafiando las corrientes y los estrechos pasajes de la ciudad.
Un paseo en góndola por los canales de Venecia es una experiencia inigualable, en la que tendréis una perspectiva única de la ciudad. Deslizarse silenciosamente bajo los puentes, rozar las centenarias fachadas de los palacios y aventurarse por los canales más estrechos da la sensación de acariciar el alma secreta de Venecia. Y para añadir un toque de magia, algunos gondoleros incluso cantan serenatas…

6. Rialto: su mercado, su barrio y su famoso puente
Si Venecia es un museo al aire libre, también es un festín para los sentidos, y su tradición culinaria late con fuerza en el mercado de Rialto, en funcionamiento desde hace más de 700 años. Al amanecer, este mercado cobra vida con un despliegue de pescados frescos de la laguna, verduras de las islas cercanas y especias exóticas, reflejo del pasado mercantil de la ciudad. Muy cerca, en las callejuelas del barrio de Rialto, encontraréis los bacari, pequeños bares donde podréis hacer una pausa para degustar los famosos cicchetti o tapas venecianas, acompañados de un spritz o una copa de Prosecco.
Y, por supuesto, ninguna visita a la zona estaría completa sin cruzar el icónico Puente de Rialto, el más antiguo y emblemático de Venecia. Construido en el siglo XVI, fue durante siglos la única manera de atravesar el Gran Canal sin embarcación.

7. El Teatro La Fenice: la elegancia de la gran ópera italiana
Es imposible visitar Venecia sin quedar impresionado al ver el Teatro La Fenice, un lugar donde el arte, la historia y la elegancia se fusionan. Considerado uno de los teatros de ópera más prestigiosos del mundo, este templo de la música lleva el nombre del mítico ave fénix, símbolo de la resurrección. Y no es casualidad: el teatro ha sido destruido varias veces por incendios, pero en cada ocasión ha renacido con aún más esplendor.
Más que un edificio histórico, La Fenice es un escenario vivo, donde se estrenaron algunas de las óperas más emblemáticas de Verdi, como La Traviata y Rigoletto. Estas producciones, que marcaron la historia de la ópera, siguen resonando en sus muros, y cada espectáculo que se representa en su escenario mantiene viva su legendaria tradición de excelencia.
Si tenéis la oportunidad de visitar el Teatro La Fenice o de asistir a una representación, viviréis una experiencia única, envueltos por la riqueza de su acústica y la majestuosidad de su arquitectura. Dorados resplandecientes, cortinas de terciopelo rojo y lámparas de cristal convierten cada rincón en una auténtica obra de arte.

8. La Basílica de Santa Maria della Salute: una promesa esculpida en piedra
A la entrada del Gran Canal, es imposible no fijarse en la imponente silueta de la Basílica de Santa Maria della Salute, con su enorme cúpula barroca flanqueada por estatuas y volutas. Pero detrás de esta obra maestra arquitectónica que domina el paisaje, se esconde la historia conmovedora de una promesa hecha a la Virgen María en 1630, en plena epidemia de peste. Más de 80000 personas murieron, casi un tercio de la población veneciana, por lo que la República de Venecia decidió erigir un templo en señal de gratitud si la ciudad lograba sobrevivir. Años más tarde, Santa Maria della Salute estaba terminada, convirtiéndose en un símbolo eterno de la resiliencia y la fe de los venecianos.
Desde el primer momento, su interior impresiona por su luminosidad. La mirada se dirige de inmediato hacia los sublimes frescos de Tiziano, que decoran el techo de la sacristía, mientras que las obras de Giambattista Tiepolo añaden un aire de grandeza a este santuario.
Pero Santa Maria della Salute no es solo una joya artística, sino también uno de los mejores miradores de la ciudad. Desde su explanada, la vista se abre al Gran Canal, los palacios históricos y la Plaza de San Marcos, ofreciendo un espectáculo inolvidable, especialmente al atardecer. Para acercaros a este templo, os recomendamos llegar en barco con este billete entre la estación de Santa Lucía y la plaza de San Marcos.

9. Cannaregio: el barrio judío y el origen de la palabra “ghetto”
Lejos de las zonas más turísticas, Cannaregio es uno de los barrios más auténticos que podéis ver en Venecia, donde aún se respira un ambiente tradicional. Entre sus callejuelas se esconde una historia fascinante: ¿sabíais que el término ghetto nació aquí? En 1516, la República de Venecia ordenó que la comunidad judía se estableciera en una zona específica de la ciudad, ubicada en una isla donde antes funcionaba una fundición, llamada getto en veneciano. Con el tiempo, la palabra trascendió fronteras y pasó a designar los barrios judíos en todo el mundo.
A pesar de esta segregación, el Ghetto de Venecia se convirtió en un centro intelectual y cultural vibrante, donde las tradiciones judías y la influencia veneciana se fusionaron de forma única. Hoy en día, es una visita imprescindible para quienes buscan descubrir un lado menos conocido de la ciudad. Uníos a esta visita guiada por el barrio judío para conocer en profundidad su historia, sus secretos y sus figuras más destacadas.

10. La Scuola Grande di San Rocco: una obra maestra de Tintoretto
Nuestra siguiente parada es la Scuola Grande di San Rocco, un lugar que tenéis que ver en Venecia. Fundada en el siglo XVI, esta institución religiosa acogía una cofradía laica dedicada a San Roque, el santo protector contra la peste. Sin embargo, el principal atractivo de este sitio es su impresionante colección de pinturas de Tintoretto, el maestro del claroscuro veneciano.
Tintoretto, nacido Jacopo Robusti en 1518 en Venecia, es uno de los grandes genios del Renacimiento veneciano. Se hizo célebre por su dominio del claroscuro, su uso audaz de la luz y la sombra, y sus composiciones dinámicas y teatrales. Influenciado por Tiziano y Veronés, desarrolló un estilo único, caracterizado por escenas llenas de movimiento y una intensidad emocional extraordinaria. Su prolífica producción incluye numerosas pinturas religiosas y mitológicas, entre las que destacan las de la Scuola Grande di San Rocco.
Durante más de 20 años, el artista transformó los muros y techos de la Scuola en un auténtico tapiz de luz y color. En especial, la Sala del Gran Consejo deja sin aliento: al alzar la vista, contemplaréis escenas bíblicas de una intensidad sobrecogedora, donde la luz y la sombra se entrelazan para crear una atmósfera dramática y casi mística. Un consejo: llevad un espejo pequeño para admirar los frescos del techo sin acabar con tortícolis.

¿Cómo ahorrar en Venecia?
Para aprovechar al máximo vuestra visita a Venecia, el Venice City Pass es la mejor opción. Con esta tarjeta, podréis acceder sin complicaciones a los principales monumentos de la ciudad, como el Palacio Ducal, los museos de la Plaza de San Marcos y varias iglesias del circuito Chorus. También incluye la entrada a la Fundación Querini Stampalia y un paseo en góndola compartido, además de descuentos en actividades y servicios.
Este pase os permitirá ahorrar tiempo y dinero, optimizando vuestro itinerario para que disfrutéis de Venecia sin preocupaciones.
El Carnaval de Venecia
Si visitáis Venecia en febrero, no tendréis que preguntaros qué ver durante vuestra estancia: el Carnaval cobra vida y las calles se llenan de máscaras fascinantes y trajes deslumbrantes. Heredero de los días de gloria de la Serenissima República, este evento mítico os sumergirá en la historia de la ciudad. La atmósfera única de la noche veneciana, entre misterio y fantasía, os hará sentir como si estuvierais en un sueño.
El Carnaval de Venecia tiene sus orígenes en la Edad Media, pero alcanzó su máximo esplendor en el siglo XVIII. En aquella época, la ciudad se transformaba en un inmenso escenario de fiesta, donde el anonimato de las máscaras permitía a todos, sin importar su estatus social, liberarse de las normas. Calles, palacios y plazas se convertían en un teatro al aire libre, donde la danza, la música y el espectáculo rompían con cualquier distinción social: desde los más humildes hasta los nobles, todos eran iguales en el placer de la celebración. Si queréis descubrir más sobre esta fascinante tradición, no os perdáis una visita guiada temática sobre el Carnaval de Venecia, disponible durante todo el año.

Excursiones desde Venecia
Para descubrir otra faceta de la esencia de la laguna de Venecia, no podéis dejar de visitar las islas de Murano, Burano y Torcello en una excursión:
- Excursión a Murano y Burano por libre.
- Excursión a Murano + Visita a un taller de vidrio.
- Excursión privada a Murano.
Cada una de estas islas tiene un carácter propio y una historia fascinante que os cautivará. Burano, por ejemplo, es un estallido de color: antiguamente, los pescadores pintaban sus casas con tonos vivos y distintos para poder reconocerlas fácilmente entre la niebla. Este encantador pueblo es también famoso por su tradición artesanal del encaje, que se remonta al siglo XVI.
A pocos kilómetros, Murano es un auténtico santuario del vidrio soplado. Desde hace más de mil años, esta isla es mundialmente conocida por la fabricación del cristal, y sus maestros vidrieros han perfeccionado técnicas asombrosas, algunas de las cuales siguen siendo secretos bien guardados.
Torcello, más tranquila y menos visitada, merece una parada. Aunque es menos conocida, fue una de las primeras islas habitadas de la laguna. Aquí se pueden admirar vestigios de su glorioso pasado, como su catedral bizantina con mosaicos dorados, un testimonio excepcional de la historia de la región.

Ya conocéis los imprescindibles que ver en Venecia para sumergiros en su historia, su arte y su encanto único. La Serenissima no es solo una postal detenida en el tiempo, sino un escenario vivo, donde cada puente susurra historias olvidadas, los palacios reflejan el esplendor de un pasado glorioso y los canales esconden secretos aún por descubrir. Aquí, la vida fluye al ritmo del agua, entre el vaivén de las góndolas y el eco de un dialecto melódico.
Ahora solo queda perderse por sus callejuelas, cruzar sus puentes legendarios y dejarse sorprender en cada rincón. Si queréis aprovechar al máximo vuestra visita, explorad la sección completa de excursiones, visitas guiadas y actividades en Venecia.