Qué ver en Budapest: 15 monumentos imprescindibles
Alberga uno de los Parlamentos más grandes de Europa, tiene una historia muy vinculada con la mítica Sissi Emperatriz, cuenta con una de las sinagogas más grandes del mundo y sorprende por su vida nocturna y sus aguas termales. Así es la capital de Hungría, un destino fascinante tanto por su rico patrimonio como por su carácter abierto. Para vivir este lugar como se merece y descubrir tanto sus lugares más emblemáticos como algunos rincones ocultos, hemos querido recopilar los 15 imprescindibles que ver en Budapest.
A modo de itinerario sugerido, nos desplazaremos primero por el barrio de Pest para, después, conocer las encantos del distrito de Buda. Además, dejaremos tiempo libre para un poco de relax con un chapuzón en un spa o para tomar una copas. Todo ello, mientras os sugerimos algunas de las mejores excursiones, visitas guiadas y actividades en Budapest, de forma que podáis llenar vuestro viaje de experiencias y momentos únicos. ¡Tomad nota de todo!
1. Parlamento de Budapest
No hay viaje a la capital de Hungría que se precie que no incluya una visita guiada por el Parlamento de Budapest. ¿Sabíais que es el segundo más grande de Europa? ¡Sólo es superado por el Parlamento de Bucarest! El edificio, que se extiende junto a las orillas del río Danubio, es uno de los monumentos más reconocidos del país.
La construcción fue concebida para servir como símbolo de autoridad y poder tras la independencia de Hungría del Imperio austrohúngaro. Data del siglo XIX y es una perfecta fusión de diferentes estilos arquitectónicos, como el neogótico, el neobarroco o el neorromántico. Destaca tanto por sus exquisitos interiores como por su fachada. Para admirar el edificio desde la mejor perspectiva posible, nada mejor que disfrutar de un crucero por el Danubio por el día o un paseo en barco al anochecer.
En caso de querer explorar los imprescindibles de la ciudad en una misma jornada, la visita guiada por Budapest y su Parlamento es la mejor opción para una primera inmersión en este destino.
2. Zapatos en la orilla del Danubio
A menos de 10 minutos a pie del Parlamento encontramos otro de los iconos que ver en Budapest: el conjunto escultórico Zapatos en la orilla del Danubio. Este grupo de calzados, elaborados en bronce en el año 2005, es un homenaje a las víctimas del Holocausto.
Fue a finales de la Segunda Guerra Mundial cuando milicianos húngaros pertenecientes a un partido afín al fascismo fusilaron a cientos de judíos junto al río. Antes de cometer esta masacre, les obligaron a quitarse los zapatos con el objetivos de robarlos para su uso personal o para venderlos. El grupo escultórico es un lugar de recogimiento que, se espera, sirva para que todos aprendamos de los graves errores del pasado.
La historia de la ciudad es muy extensa, repleta de episodios gloriosos pero, también, otros turbulentos. La mejor forma de indagar en este pasado es unirse a uno, o quizás varios, de los free tours de Budapest. Estas actividades permiten tanto conocer la época comunista como la imperial o los misterios y leyendas de este destino.
3. Puente de las Cadenas
Andando por el paseo fluvial nos topamos con otro de los monumentos más famosos que ver en Budapest. Hablamos del puente de las Cadenas, una impresionante construcción que une los barrios de Buda y Pest. ¿No sabíais que el nombre de la ciudad era la fusión de estos dos distritos? Antaño eran independientes hasta su anexión hacia el año 1873. El puente de las Cadenas supuso un antes y un después, ya que tiempo atrás la única conexión posible era navegando por el Danubio.
Es posible recorrer el viaducto a pie, en transporte público, en vehículo particular o a bordo del autobús turístico Big Bus o el autobús turístico City Sightseeing de Budapest. Durante el día la imagen es realmente bonita pero al atardecer adquiere un aspecto casi mágico, cuando sus luces empiezan a iluminar la capital húngara.
4. Basílica de San Esteban
Apenas un kilómetro separa el puente de las Cadenas de la basílica de San Esteban, dedicada al patrón de Hungría. Aunque ya existía un templo anterior en este mismo lugar, el monumento que vemos hoy en día se levantó entre los años 1851 y 1905 en estilo neoclásico.
¿Un dato curioso? Mide 96 metros, exactamente lo mismo que el Parlamento. Son los edificios más altos de Budapest y, de hecho, existe una ley que impide la creación de construcciones más elevadas en el centro histórico. Su interior cuenta con obras de algunos de los mejores artistas húngaros y aquí se guarda la reliquia más venerada del país: la Santa Diestra, la mano derecha de San Esteban momificada.
Para visitar este santuario, recomendamos reservar la entrada a la basílica de San Esteban online. De esta manera os ahorraréis las colas que se forman en las taquillas del templo y podréis acceder directamente. Asimismo, se puede ampliar la visita accediendo a la parte alta del edificio, desde donde admirar una increíble panorámica de la ciudad. Por si esto fuera poco, para una experiencia diferente y original, podéis asistir a un concierto en la basílica de San Esteban, un espectáculo de música clásica en un entorno inigualable.
5. Ópera Nacional de Hungría
La Ópera Nacional de Hungría alberga uno de los escenarios más grandes de Europa, aunque se ideó buscando ser el eterno segundo. Fue financiada por Francisco José I de Austria, quien pidió explícitamente que se proyectara con un tamaño menor a la Ópera de Viena. El mandatario quería mostrar claramente la primacía de la capital del Imperio austrohúngaro. Pese a ello, cuentan que durante su inauguración dijo lo siguiente: “Pedí que no fuera mas grande que la ópera de Viena, pero se me olvidó decir que no fuese más bonita“. ¿Será cierto?
El acceso al vestíbulo de este templo de las artes es totalmente gratuito y merece mucho la pena. Desde aquí es posible empezar a admirar su sobrecargada decoración y sus coquetas escalinatas. No obstante, en caso de tener tiempo suficiente, es muy recomendable participar en una visita guiada por la Ópera de Budapest que incluye hasta una breve actuación musical.
6. Gran Sinagoga de Budapest
Curiosamente la capital de Hungría está repleta de monumentos destinados a ser el número dos. El centro histórico de Pest cuenta con un barrio judío bastante especial, pues aquí se asienta la Gran Sinagoga de Budapest, la segunda más grande del mundo. ¡Solo es superada por la de Jerusalén!
La Gran Sinagoga tiene una capacidad para unas 3.000 personas y destaca por mostrar claras influencias de otras religiones. El órgano por ejemplo, recuerda a las basílicas cristianas, mientras que su decoración neo-morisca nos lleva a la cultura islámica. Como añadido, el monumento cuenta con un museo propio y un cementerio judío donde reposan los restos de numerosas víctimas de la Segunda Guerra Mundial.
Para descubrir todos los secretos del antiguo gueto judío, hay dos actividades imprescindibles que hacer en Budapest:
7. Ruin bar
¿Qué es un ruin bar? Los bares en ruinas son locales instalados en antiguas fábricas o naves que habían quedado abandonados y en desuso. Muchos de estos edificios, la mayoría de época soviética, han recobrado vida y se han convertido en toda una atracción turística gracias a su transformación en espacios de hostelería. Sus salas son realmente curiosas y albergan desde mobiliario vintage hasta rocambolescas esculturas y piezas de ordenadores. ¡Un sinsentido realmente original!
La mayoría de los ruin bars de Budapest se concentran cerca de la Gran Sinagoga y han contribuido enormemente a ofrecer una visión mejorada de zonas que se consideraban deterioradas. Aunque están especialmente relacionados con el ocio nocturno, muchos de estos locales abren por la tarde, por lo que es posible visitarlos tranquilamente durante el día o acudir a sus horas más fiesteras por la noche. ¡La elección es vuestra!
Para exprimir estos espacios al máximo, podéis reservar un tour de fiesta por los ruin pubs de Budapest. De esta forma, visitaréis algunos de los bares más originales del mundo sin necesidad de hacer esperar en las colas que suelen formarse al caer el sol.
8. Castillo de Buda
Ahora que ya conocemos Pest, queda cruzar a la otra orilla del Danubio para explorar el distrito de Buda. Por supuesto, todo depende de la ubicación del alojamiento pues, en ocasiones, puede que el itinerario sea más adecuado a la inversa. Sea como sea, lo cierto es que el free tour por el castillo de Buda es casi imprescindible. También está disponible esta actividad al caer el sol, es decir, el free tour nocturno por el castillo de Buda.
El barrio del castillo está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. No obstante, poco queda de la antigua fortaleza. Lo que podemos ver hoy en día son algunas construcciones levantadas en la colina Várhegy, en los terrenos donde se asentaba el principal sistema defensivo.
Actualmente, el castillo de Buda es la sede de las exposiciones más importantes que ver en Budapest: la Galería Nacional y el Museo de Historia de Budapest. Sus espacios son realmente grandes ya que estos inmuebles fueron utilizados antaño como residencia de reyes y emperadores, configurándose como el Palacio Real de Budapest. Se puede llegar hasta aquí a pie, en autobús o a bordo del funicular Budavári Sikló.
9. Bastión de los Pescadores
No hay lugar a dudas, el Bastión de los Pescadores es uno de los lugares más bonitos que visitar en Budapest. Se encuentra en la colina del castillo de Buda pero, dada su popularidad, bien merece una mención aparte. Su se concluyó a principios del siglo XX con una marcada inspiración medieval y sorprende por su color blanco impoluto y sus siete torres. Estos torreones cumplen un valor simbólico, ya que rinden homenaje a las diferentes tribus fundadoras de Hungría.
El Bastión de los Pescadores es uno de los mejores miradores de Budapest y uno de los lugares más especiales para ver el atardecer y divisar desde las alturas el Parlamento iluminado. Como broche de oro, en la zona suele haber algún que otro músico callejero amenizando la velada.
Recorrer el monumento es completamente gratis y, además, existen diferentes bares ubicados en las arcadas del complejo. No obstante, para subir a las torres durante la temporada alta, que suele ser de mediados de marzo a mediados de octubre, hay que abonar una pequeña tasa, a pagar directamente en taquilla.
10. Iglesia de Matías
Junto al Bastión de los Pescadores se alza la iglesia de Matías, donde se llevó a cabo la coronación de Francisco José I de Austria e Isabel de Baviera, la mítica Sissi Emperatriz. Los orígenes de este monumento religioso se remontan al siglo XIII, aunque su estructura ha vivido diferentes remodelaciones hasta adquirir el aspecto neogótico actual.
Las entradas a la iglesia de Matías se pueden comprar en taquilla o a través de su web oficial. Existen tickets para visitar el santuario, otros para subir a su torre y otros combinados para ambas áreas. Lo curioso es que el billete sencillo incluye el acceso al primer piso del templo para ver el altar y las capillas desde una perspectiva privilegiada.
Un apunte histórico. La emperatriz Sissi fue obsequiada con el palacio Gödöllö tras su coronación en la iglesia de Matías. Esta residencia sigue en pie y está ubicada a menos de una hora en tren del centro de Budapest. Para acceder al complejo, podéis reservar la visita guiada por el palacio de Sissi.
11. Mercado Central de Budapest
Ahora que ya hemos analizado los 10 lugares más importantes que ver en Budapest, vamos a descubrir otros espacios emblemáticos. Éstos son especialmente interesantes para quienes decidan visitar Budapest en 3 días o más.
En la zona sur de Pest, a unos 30 minutos a pie del Parlamento, se encuentra el Mercado Central. Este espacio gastronómico es muy frecuentado por los turistas que llegan en los cruceros que unen Viena, Praga y Budapest, ya que los barcos suelen parar en esta zona. ¿Os animáis a formar parte de un tour gastronómico por el Mercado Central de Budapest?
Visitando el mercado podéis probar algunas exquisiteces locales, como los lángos, o comprar algunas delicias culinarias a modo de souvenir, como el parika, un condimento esencial en la cocina húngara. Al salir del mercado se puede ver muy de cerca el puente de la Libertad. Eso sí, al igual que el resto de puentes, fue destruido por los nazis en tiempos de la Segunda Guerra Mundial y el que vemos ahora es una reconstrucción posterior.
12. Plaza de los Héroes
La plaza de los Héroes es otro de los lugares más frecuentados. Fue construida para conmemorar los 1.000 años de la fundación del estado húngaro y, al igual que el castillo de Buda, está catalogada como Patrimonio de la Humanidad.
En el centro de la plaza se asienta el Monumento del Milenio, que llama la atención por su columna de 36 metros de altura coronada por la imagen del arcángel Gabriel. Alrededor se disponen numerosas esculturas que recuerdan a los héroes del país, así como a los líderes tribales y una serie de alegorías de la guerra, la paz, el trabajo y el bienestar.
13. Balneario Széchenyi
¿Sabíais que este destino es conocido por las propiedades beneficiosas de sus aguas termales? Por ello, el balneario Széchenyi ofrece uno de los mejores planes que hacer en Budapest: disfrutar de unas horas de paz y relax absoluto.
Széchenyi cuenta con piscinas exteriores climatizadas y otras interiores, algo especialmente interesante para viajeros en invierno. También hay saunas, baños turcos y otros espacios concebidos para relajar cuerpo y mente. Sus instalaciones están abiertas durante todo el año y son especialmente bonitas al atardecer cuando sus edificios neogóticos empiezan a iluminarse.
Aunque muchos turistas se decantan por reservar una entrada al Balneario Széchenyi, otra buena opción es comprar los tickets para el balneario Gellért, otro de los más prestigiosos de Europa. Ambos están perfectamente conectados en metro, tranvía o autobús y se emplazan a menos de 20 minutos del Parlamento.
14. Castillo de Vajdahunyad
El balneario Széchenyi se encuentra dentro del parque Városliget pero, más allá de este spa, hay otros muchos lugares interesantes en este pulmón verde. Destacamos especialmente el castillo de Vajdahunyad que, para muchos, recuerda a la casa de Drácula. De hecho, está inspirado en los monumentos medievales de Transilvania.
Curiosamente, nunca ha tenido un uso residencial ni defensivo sino, más bien, decorativo y expositivo. Se levantó con motivo de la Exposición Universal de 1896 y originalmente era de madera y cartón. Sin embargo, su éxito hizo que fuera reconstruido en piedra y ladrillo. Su objetivo era mostrar el poderío agropecuario del Imperio austrohúngaro, albergando desde entonces el Museo Agrícola.
En las inmediaciones del edificio podemos divisar otras recreaciones que sirvieron para mostrar la evolución de la arquitectura húngara, como la iglesia de Ják. Todo rodeado por una intensa capa de árboles y hasta estanques. Una forma divertida de recorrer esta zona es participando en un tour en bicicleta por Budapest.
15. Isla Margarita
Entre los lugares más relajantes que visitar en Budapest es casi obligado hablar de la Isla Margarita. Esta extensión de tierra, de 2,5 kilómetros, se encuentra en mitad del Danubio, entre Buda y Pest. Durante años estuvo habitada por una comunidad de monjas con especiales vínculos con la nobleza y la realeza. ¿El motivo? Tras la invasión mongola del siglo XIII, el rey Bela IV de Hungría juró que ofrecería su hija a Dios si la ciudad era liberada y no volvía a ser atacada. Por ello, se fundó un convento que empezó a recibir a devotas de lo más ilustres.
En la actualidad, esta zona es un remanso de paz. Muchos locales vienen hasta aquí para hacer running o, simplemente, dar un tranquilo paseo junto al río. Deambulando por la isla podréis toparos con un jardín de estética japonesa, un monumento conmemorativo a la unificación de la ciudad y hasta una fuente musical. ¡No os lo perdáis!
¿Ganas de visitar la capital de Hungría? Está claro, hay mucho que ver en Budapest pero hasta que no estéis allí no os daréis cuenta de la belleza de este destino. No podemos decir que es una joya desconocida, porque es muy popular a nivel turístico, pero sí es un lugar que sorprende y que hace superar cualquier expectativa. Una ciudad mucho más moderna de lo que se cree, con una rica historia y repleta de rincones con mucho encanto. ¡Hora de viajar!