Que ver en Praga: 20 iconos de visita obligada
La capital de la República Checa, conocida como la Ciudad de las Mil Torres, ofrece a todos sus visitantes un amplio legado histórico y cultural que se puede observar y respirar en casi cualquier esquina. Hay mucho que ver en Praga, desde la mítica plaza de la Ciudad Vieja hasta las increíbles panorámicas que ofrece el puente de San Carlos o el castillo medieval. No obstante, para organizar mejor vuestro viaje, hemos querido recopilar sus monumentos y lugares imprescindibles que no pueden faltar en cualquier itinerario.
1. Reloj Astronómico de Praga
La plaza de la Ciudad Vieja de Praga es el corazón del centro histórico de la capital checa y un lugar ideal para empezar a explorar este maravilloso destino. Originaria del siglo XII, aquí se encuentran varios edificios de gran valor artístico y cultural, como la Casa de la Campana de Piedra, el palacio Kinský, que alberga la Galería Nacional de Praga, o el Antiguo Ayuntamiento, en cuya torre luce el emblemático Reloj Astronómico de Praga. Todos estos espacios están protegidos por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
Cada hora en punto, generalmente entre las 9:00 y las 21:00 horas, las figuras animadas del Reloj Astronómico empiezan a desfilar ante la sorpresa de los turistas. Los discípulos de Jesús, la muerte o la avaricia son algunos de los autómatas que aparecen en este emocionante espectáculo totalmente gratuito. En cualquier caso, si queréis conocer más secretos de este importante monumento, podéis acceder a sus entrañas reservando previamente la entrada al Reloj Astronómico de Praga.
2. Iglesia de Týn
Desde la plaza de la Ciudad Vieja se accede fácilmente a la iglesia de Týn, otro de los monumentos más representativos que ver en Praga. El templo, perfectamente reconocible por sus dos torres de 80 metros de altura, es uno de los edificios góticos mejor conservados del casco antiguo.
Curiosamente su interior sorprende por su arquitectura barroca, fruto de una reforma llevada a cabo en el siglo XVII. El acceso a la iglesia es gratuito y permite contemplar su impactante baldaquino, sus capillas, sus bóvedas y hasta uno de los órganos más antiguos de Praga. El instrumento en cuestión data aproximadamente del año 1670.
3. Torre de la Pólvora
Seguimos en la Ciudad Vieja acercándonos a la Torre de la Pólvora, un lugar que antaño fue uno de los pórticos del área fortificada. Su aspecto negruzco es un reflejo de su extensa historia y su nombre actual proviene del siglo XVII, cuando fue usada como almacén militar de pólvora. Asimismo, era un punto de vital relevancia durante las coronaciones reales, ya que por aquí pasaban los futuros monarcas antes de convertirse oficialmente en reyes.
Sin duda es una de las torres más famosas que ver en Praga. Mide 65 metros y cuenta con un observatorio visitable emplazado a 44 metros de altura.
4. Museo del Comunismo
A menos de cinco minutos a pie de la Torre de la Pólvora encontramos el Museo del Comunismo. Esta exposición repasa cómo se vivió en el país entre los años 1948 y 1989, cuando se encontraba bajo el dominio de Rusia. Se ofrece así una visión completa de las causas que provocaron la famosa Revolución de Terciopelo que pondría fin a este período de la historia y que concluiría con la creación de la República Checa y Eslovaquia como dos estados independientes.
Si os apasiona este capítulo de la historia de la antigua Checoslovaquia, el tour por la Praga comunista es para vosotros. El recorrido guiado incluye la entrada a un búnker de la Guerra Fría.
5. Casa Municipal
Junto a la Torre de la Pólvora se asienta también la Casa Municipal. Este espacio, diseñado para albergar diferentes actividades culturales, se ha convertido en uno de los máximos exponentes del Art Nouveau en Praga. Las numerosas esculturas que decoran su fachada y su mosaico semicircular son pura belleza.
Para visitar su interior, lo más habitual es tomar asiento en su cafetería-restaurante o adquirir un ticket para uno de los muchos espectáculos que se representan en su sala de conciertos. ¡La elección es vuestra!
6. Barrio judío de Praga
El gueto judío de Praga cuenta con varias sinagogas y un camposanto realmente impresionante. Las entradas a estos lugares están incluidas en la Prague CoolPass, una tarjeta que permite ahorrar dinero ya que incluye los tickets de acceso a muchas atracciones turísticas.
Visitando el cementerio judío descubriréis uno de los lugares de entierro hebreos más antiguos de Europa. Más de 10.000 cuerpos descansan en este pequeño espacio que sorprende por sus miles de lápidas superpuestas. De hecho, durante más de 300 años, éste era el único lugar donde estaba permitido sepultar a personas judías en Praga. Os dejamos aquí algunas actividades interesantes que os servirán para disfrutar de esta zona como se merece:
- Free tour por la Ciudad Vieja y el barrio judío.
- Tour por el barrio judío (incluye las entradas varias sinagogas).
- Concierto de música clásica en la Sinagoga Española.
- Tour de Praga al completo.
7. Clementinum
¿Sabíais que Praga alberga una de las bibliotecas más bonitas del mundo? Es otro de los lugares de visita obligada en la Ciudad Vieja. El Clementinum es un complejo arquitectónico originario del siglo XI que fue fundado por los dominicos y ampliado posteriormente por los jesuitas. A lo largo de su historia este espacio ha servido como sede de la Universidad Carolina, una de las más prestigiosas de Europa Central, y ha albergado también la Biblioteca Imperial.
Entre sus puntos más interesantes destaca la capilla de los Espejos, donde actualmente se celebran conciertos, la torre astronómica, la iglesia de San Salvador y, por supuesto, la sala barroca de la biblioteca del Clementinum, repleta de viejos manuscritos, antiguos globos terráqueos y unos frescos impresionantes. Para acceder a todas estas salas es imprescindible estar acompañados por un guía. Podéis consultar precios y horarios en la web oficial del Clementinum.
8. Puente de Carlos
Tras conocer la Ciudad Vieja de Praga, llega el momento de cruzar el río Moldava atravesando el Puente de Carlos, otro de los símbolos de la capital checa. El monumento recibe este nombre porque fue construido por orden de Carlos IV, emperador Sacro Imperio Romano Germánico. ¡Tiene más de 600 años de historia!
El puente es un lugar perfecto para ver amanecer o atardecer en Praga y, además, es un lugar de gran importancia histórica al unir la Ciudad Vieja con el Castillo de Praga. Por si esto fuera poco, las estatuas barrocas dispuestas a ambos lados aumentan aún más si cabe la belleza del lugar.
9. Castillo de Praga
El Puente de Carlos nos conduce directamente al coqueto Mala Strana, un barrio de lo más bohemio. Este vecindario, conocido como la Pequeña Ciudad, destaca por sus casas de colores y por ofrecer un paseo de lo más agradable rumbo al Castillo de Praga. ¿Sabíais que es el complejo arquitectónico más grande de la capital checa?
Este recinto fortificado data del siglo IX y se configura como una ciudad en miniatura, compuesta por diferentes edificios de gran interés histórico. El Antiguo Palacio Real, el convento de San Jorge o el palacio Lobkowitz son solo algunos ejemplos.
Tanto si queréis explorar el complejo por libre, como si preferís hacerlo acompañados por un guía, os aconsejamos consultar nuestra completa selección de visitas guiadas y entradas al Castillo de Praga. Encontraréis desde tickets con audioguía incluida hasta un free tour.
10. Catedral de San Vito
La catedral de San Vito no puede faltar en esta lista de imprescindibles que ver en Praga. Se trata de su templo religioso más importante y se encuentra dentro del complejo del Castillo de Praga. Comenzó a construirse en el año 1344, aunque sus obras no culminarían hasta entrado el siglo XX. Además de su sorprendente arquitectura, destaca por haber sido el lugar de coronación de los reyes de Bohemia. De hecho, en su Panteón Real reposan los restos mortales de muchos de ellos.
La capilla de San Wenceslao y la sala de las Joyas de la Corona de la Catedral son otros de los puntos de visita obligada en este monumento. La entrada a este edificio tan emblemático está incluida en la Prague CoolPass. Sin duda, un buen motivo para adquirir esta tarjeta turística.
11. Callejón del Oro
Otro de los lugares que ver en el castillo de Praga es el callejón del Oro, que recibe este nombre porque aquí se asentaban los talleres de orfebres. Tiempo atrás, había sido el lugar donde residieron los guardias reales.
Hoy en día, este pasadizo sorprende por los vivos colores de sus casas perfectamente dispuestas entre dos torres. Muchas de estas construcciones albergan pequeñas tiendas de recuerdos, cafeterías y exposiciones. Es, sin duda, uno de los lugares más bonitos que ver en Praga.
Como añadido, la vivienda del número 22 acapara muchas miradas por haber sido el hogar de Franz Kafka durante los años 1916 y 1917. Este célebre novelista está considerado como uno de los grandes referentes de la literatura universal.
12. Iglesia de San Nicolás
Saliendo de las lindes del castillo de Praga nos topamos con la iglesia de San Nicolás, un monumento barroco que sorprende por su campanario y su gigantesca cúpula verde. Fue levantado por los jesuitas en el siglo XVII y su interior cautiva por su gran variedad de pinturas en techos y bóvedas, así como por sus numerosas esculturas. Realmente merece la pena acercarse hasta aquí.
Consejo viajero. A la hora de organizar el itinerario del viaje no hay que confundir este templo con la iglesia de San Nicolás de la Ciudad Vieja de Praga.
13. Muro de John Lennon
A escasos 500 metros de la iglesia de San Nicolás se puede ver el muro de John Lennon, un mural de arte urbano que contrasta de lleno con el resto de edificios históricos de Praga.
El fundador de The Beatles recibe su particular homenaje en la capital checa. Todo empezó tras el fallecimiento de este genio de la música. Alguien pintó su cara en una pared y, desde entonces, muchos otros artistas y visitantes empezaron a añadir mensajes de paz y libertad que sirvieron como protesta ante el régimen comunista. Curioso, ¿verdad?
14. Isla de Kampa
Otro de los puntos interesantes del barrio de Mala Strana es la isla de Kampa, uno de los lugares más coquetos y fotogénicos que ver en Praga. Este islote, ubicado entre el río Moldava y el canal de Certovka, ofrece un paseo de lo más agradable y tranquilo. Aquí encontraréis desde un molino hidráulico hasta varias esculturas decorativas y un museo de arte moderno de la Europa Central.
Por otra parte, en caso de visitar Praga en verano, esta isla puede ser perfecta para disfrutar de un pícnic al aire libre o tomar un café junto al río.
15. Plaza de Wenceslao
Tras haber conocido la Ciudad Vieja y el Castillo de Praga, llega el momento de explorar la Ciudad Nueva, o Nové Město. Que no os deje engañar su nombre, en realidad este vecindario fue fundado por Carlos IV allá por el siglo XIV. Tal es su importancia que, incluso, existen free tours por la Ciudad Nueva especializados en este área.
El corazón del distrito es la plaza de Wenceslao, repleta de cines, teatros, restaurantes y otros espacios de ocio como el cercano Pasaje Lucerna, una popular galería comercial. De hecho, si visitáis Praga en Navidad podréis disfrutar aquí de uno de los mercadillos de Adviento más bonitos de Europa.
16. Museo Nacional de Praga
Presidiendo la plaza de Wenceslao divisamos fácilmente el Museo Nacional de Praga, la galería más importante de este destino. Fue diseñado por Josef Schulz, el mismo arquitecto que lideró la construcción de la Ópera Estatal, y destaca por su claro aspecto neorrenacentista.
El interior del museo alberga diferentes piezas prehistóricas, minerales y una amplia colección especializada en zoología. Un lugar perfecto para cualquier público y especialmente recomendable para quienes viajen a Praga con niños. Cerca de esta zona, podréis disfrutar de una increíble visita guiada por la sede de la Gestapo.
17. Casa Danzante
Otro de los iconos que ver en Praga es sin duda la Casa Danzante, uno de los edificios más vanguardistas de la Ciudad Nueva. Según cuentan, el curioso diseño del monumento está inspirado en la pareja de bailarines Fred Astaire y Ginger Rogers. Sea como sea, lo cierto es que su fachada es de lo más llamativa y, en su día, causó gran polémica al romper de lleno con la estética de la capital checa.
Para acceder a su interior, nada mejor que disfrutar de una comida en su restaurante o tomar una bebida tranquilamente en su cafetería. ¡Una experiencia fabulosa!
18. Vysehrad
Al sur de la Ciudad Nueva localizamos Vysehrad, uno de los lugares más desconocidos que ver en Praga pero de vital importancia. Se trata de una fortaleza originaria del siglo XI asentada en lo alto de una colina, en el núcleo más antiguo de la capital.
Restos de murallas, un impresionante cementerio o la iglesia de San Pedro y San Pablo son algunos de los atractivos que encontramos en esta zona hoy en día. Os animamos a participar en un free tour por Vyšehrad para descubrir toda su historia.
19. Monasterio de Strahov
Llegamos casi al final de esta lista de monumentos y lugares icónicos que ver en Praga. Dejamos casi para acabar el monasterio de Strahov, ya que se encuentra algo alejado del centro histórico, aunque se puede llegar en transporte público en aproximadamente media hora.
El monumento data del año 1143, aunque su aspecto actual se debe a diferentes reformas llevadas a cabo siglos después. La iglesia de la Asunción de la Virgen María destaca en este complejo, pero también su impresionante biblioteca. Quizás no está en el top 10 de edificios emblemáticos, pero merece la pena acercarse hasta aquí si vais a visitar Praga en 3 días o más.
20. Monte Petrín
Entre el Castillo de Praga y el monasterio de Strahov vemos el monte Petrín, uno de los pulmones verdes más extensos de la ciudad. Este lugar, de frondosa vegetación, es vital para respirar aire puro y desconectar al máximo entre monumento y monumento.
Es posible subir a la cima andando o utilizando el funicular que parte de la parada del tranvía de Újezd. Arriba se alza la torre de Petrín, una pequeña construcción que recuerda en estética a la Torre Eiffel, y que ofrece unas increíbles panorámicas. ¡Momento foto!
Cómo moverse por Praga
Autobuses, metro y tranvías son los principales medios de transporte en Praga. Existe la posibilidad de adquirir billetes sencillos o abonos para uno o varios días. Para más información sobre sus tarifas y conexiones o posibles cambios por obras de mantenimiento, os aconsejamos consultar la web oficial de transportes de Praga. Asimismo, para un cómodo trayecto desde el aeropuerto al centro, nada mejor que contratar con antelación un traslado en Praga con precio cerrado.
En cualquier caso, si queréis moveros sin preocupaciones, una buena alternativa es viajar en el autobús turístico de Praga de Big Bus o Hop On Hop Off. Éstos, ofrecen trayectos ilimitados durante uno o varios días, para que podáis subir y bajar cuantas veces queráis.
Planes originales en Praga
Ahora que ya conocéis los imprescindibles que ver en Praga, queda descubrir algunos planes originales que se pueden hacer. En este sentido, ante todo recomendamos disfrutar de un espectáculo de teatro negro, una de las ofertas culturales más atractivas de la ciudad. Este tipo de funciones se caracterizan porque el fondo del escenario es totalmente oscuro y permite al espectador ver sólo lo que la compañía teatral quiere mostrar. Un show muy curioso repleto de luces y efectos.
Por otra parte, resulta casi obligado participar en un tour de la cerveza para conocer algunas de las mejores cervecerías de Praga y su fascinante historia. Si preferís un plan más a vuestro aire, os aconsejamos adquirir la entrada a Pilsner Urquell, un museo inmersivo de una de las marcas de cerveza más populares del país. ¿Y lo mejor? Está en pleno centro, a escasos 5 minutos a pie de la plaza de la Ciudad Vieja.
Otras actividades que os resultarán interesantes son las siguientes:
- Paseo en barco por el río Moldava.
- Paseo en barco con cena o crucero con comida y música en directo.
- Concierto en el Palacio Lobkowicz.
- Entrada al Museo de las Ilusiones de Praga.
- Entrada a la Torre de la Televisión de Žižkov.
- Tour en bicicleta por Praga.
Información práctica
No podíamos concluir este repaso por los iconos de la ciudad y los planes que hacer en Praga sin ofrecer algunos consejos prácticos para los turistas que pisan por primera vez estas tierras.
¿Cuántos días se necesitan para visitar Praga?
Visitar Praga en 3 días es lo más recomendable. De esta forma, se puede dedicar al menos uno de ellos a conocer la Ciudad Vieja, otro a explorar la Ciudad Nueva y otro a la zona del Castillo y Mala Strana, al otro lado del río Moldava.
En caso de organizar un viaje a Praga en 4 días o más, podréis recorrer sus calles más tranquilos y profundizar en otras zonas como Vysehrad, el monte Petrín o, incluso, descubrir los alrededores participando en una excursión al Campo de Concentración Terezín o a Cesky Krumlov, uno de los pueblos más bonitos de la República Checa. Sin embargo, todo depende del presupuesto para la escapada.
¿Cuándo viajar a la capital de la República Checa?
Si os preguntáis qué mes es mejor para visitar Praga, la respuesta es bastante complicada pues todo depende de la intención del viaje. Si buscáis temperaturas más estables, primavera y otoño serán vuestras estaciones favoritas. Además, suelen ser las que ofrecen precios más económicos tanto en vuelos como en hoteles.
En invierno, las temperaturas llegan a varios grados bajo cero, aunque ver la ciudad nevada tiene un punto realmente atractivo. Por no decir que visitar Praga en Navidad es una auténtica maravilla, un verdadero lugar de cuento. En el otro extremo, los veranos suelen ser húmedos y calurosos, pero pueden ser ideales para quienes quieran huir de cualquier atisbo de frío. ¡Vosotros decidís!
¿Qué moneda se utiliza en Praga?
La moneda que se utiliza en todo el país es la corona checa. En algunos casos, podréis solicitar esta moneda en vuestro banco antes de viajar, aunque lo más habitual es utilizar los servicios alguna empresa de cambio de divisas, ya sea vía online o presencialmente. Por su parte, en los cajeros automáticos de Praga también podréis extraer coronas checas pero debéis prestar atención a las comisiones para evitar altos cobros.
Aunque en muchos lugares podréis pagar con tarjeta de crédito o débito, no está de más llevar algo de dinero efectivo para imprevistos.
¿Qué idioma se habla?
El idioma oficial del país es el checo, una lengua muy diferente al castellano por lo que lo habitual haciendo turismo en Praga es comunicarse en inglés. No obstante, algunos restaurantes tienen cartas en español y en ciertos hoteles es posible encontrar personal que hable este idioma debido al gran volumen de visitantes hispanos que reciben.
Como habéis podido comprobar, la capital de la República Checa tiene mucho por descubrir. Si queréis seguir organizando la escapada a esta ciudad y obtener aún más ideas, no dudéis en visitar la completa sección que os ofrece Civitatis con las mejores excursiones, visitas guiadas y actividades en Praga.