Noche en el desierto de Merzouga

¿Alguna vez has dormido en un “hotel de mil estrellas”? ¿Te has sentido arrullado por el silencio absoluto que emana de la soledad del desierto? Imagina pasar una noche aquí…

Merzouga es un pequeño pueblo situado en el sureste de Marruecos, a tan solo 20 kilómetros de la frontera argelina. Conocido popularmente como la Puerta del Desierto, en los últimos tiempos su fama se ha ido acrecentando entre los turistas de todo el mundo y cada año recibe a miles de visitantes dispuestos a recorrer las dunas anaranjadas de Erg Chebbi, región arenosa del Sáhara, a pie o a lomos de un camello.

Atrás ha quedado la hermosa Marrakech, ciudad de Reyes, el majestuoso Atlas cubierto de nieve, las ciudades de adobe como Ait Ben Haddou que han servido de escenario para muchas grandes películas, los palmerales infinitos en el valle del Draa… Merzouga es el final de todos los caminos.

Muchos de los bereberes que antaño practicaban la vida nómada hoy se asentado en Merzouga y viven del turismo. Algunos no saben leer ni escribir pero hablan varios idiomas como francés, inglés o español y trabajan como guías conduciendo a los turistas hasta el campamento, una confortable jaima en la que van a pasar una de las noches más especiales de su vida.

Como preludio se marcha el sol proyectando sus últimos rayos sobre la arena fría, que va cambiando de tonalidad de naranja dorado al ocre oscuro. El mejor lugar para observar tan bello espectáculo es en la cumbre de una de las dunas más altas: algunas miden hasta 150 metros de altura.

Tras el atardecer toca abrigarse ya que el aire templado se torna frío. Durante la noche el campamento es amenizado por los bereberes al son de la música tradicional y el fuego, cantando y bailando para alegrar corazones y espíritus. Aquí no hay más techo que el increíble cielo estrellado y nítido, libre de contaminación luminosa.

El madrugón del día siguiente está más que justificado: ver el sol nacer entre las dunas es uno de los momentos más mágicos para grabar en las retinas, justo antes de emprender la vuelta a seguir viviendo aventuras en el sur de Marruecos.

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