Los lugares más remotos del mundo
En la Tierra existen puntos a los cuales es casi imposible acceder. Son los lugares más remotos del mundo, situados en mitad de la nada y alejados a cientos de kilómetros de otras ciudades o continentes. Por supuesto, estos lugares están fuera de los itinerarios turísticos habituales, pero hay formas de llegar a ellos, ya sea por tierra, mar o aire. En este post descubriremos dónde se localizan estos sitios. ¿Quién sabe? Quizá alguno sea el próximo destino que abramos en la página web de Civitatis.
Isla Alejandro Selkirk (Chile)
Esta pequeña isla del archipiélago Juan Fernández, en Chile, ha tenido varios nombres a lo largo de su historia: Isla de los Perros, Más Afuera (por ser la más alejada del archipiélago) y finalmente, desde 1966, Alejandro Selkirk. Este último nominativo se lo debe a Alexander Selkirk, un marino escocés que en el siglo XVIII se vio obligado a sobrevivir como náufrago en una de las islas deshabitadas del archipiélago. La historia de Selkirk inspiró al escritor Daniel Defoe para su famosa novela Robinson Crusoe.
A esta isla solo viaja un barco mercante unas pocas veces al año para llevar provisiones a los pescadores y sus familias que viven allí durante la temporada de la pesca de langostas.
Tristán de Acuña (Reino Unido)
A Tristán de Acuña se la considera la isla habitada más inaccesible del mundo. El territorio más cercano está a 2173 kilómetros y es la isla de Santa Elena, en el Atlántico sur, que a su vez se sitúa a una distancia de 1800 kilómetros del continente africano. No tiene aeropuerto, así que solo se puede llegar a través del mar. No hay duda de que esta isla británica es uno de los lugares más remotos del mundo. Al vivir aquí tan pocos habitantes (unos trescientos) la endogamia es bastante habitual, así como las enfermedades genéticas. Además, tienen su propia lengua, un dialecto del inglés.
Tepuy Roraima (Venezuela)
El Tepuy o Monte Roraima es el punto más alto de la cadena de montañas tubulares de la sierra de Pacaraima, entre Brasil, Guyana y Venezuela. Se trata de una de las formaciones geológicas más antiguas de la Tierra, cuyo origen se remonta al periodo Precámbrico, unos dos mil millones de años atrás. Se puede subir a su cima con rutas de trekking que pueden durar hasta una semana, pero hay que superar difíciles tramos como el Paso de las Lágrimas, y soportar condiciones extremas.
Esta espectacular montaña también ha servido de inspiración para novelas y películas, como la entrañable Up, de Pixar. ¿Recordáis la Cataratas del Paraíso con las que soñaban Carl y Ellie? Pues están inspiradas en el Salto del Ángel del monte Roraima.
Rapa Nui (Chile)
Quizás el más famoso de esta lista de los lugares más remotos del mundo. Rapa Nui, más conocida como la Isla de Pascua, es una isla de Chile ubicada en la Polinesia. Su proximidad con el continente sudamericano es de más de 3500 kilómetros de distancia, y para llegar a ella hace falta tomar un vuelo de siete horas desde Santiago de Chile.
A pesar de su inaccesibilidad, la Isla de Pascua es conocida en todo el mundo por sus moais, unas enormes estatuas antropomorfas que representan un misterio total. Hasta el día de hoy se desconoce cómo los nativos de la isla construyeron y desplazaron estos enormes monolitos, de los que se han encontrado cerca de un millar.
Alert (Canadá)
Alert es otro de los lugares más remotos del mundo. Se ubica a unos 817 kilómetros de distancia del Polo Norte, y sus únicos habitantes son los que ocupan la base militar y la estación meteorológica canadiense. Para que os hagáis una idea, la localidad más próxima está a más de 2000 kilómetros.
Las temperaturas en Alert son extremas, casi 40 grados bajo cero en invierno, y con una máxima es de 3 grados en verano. Eso sí, es un magnífico punto de observación de auroras boreales.
Ittoqqortoormiit (Groenlandia)
Un lugar que no solo es difícil de pronunciar sino también de visitar. Ittoqqortoormiit es una población situada al este de Groenlandia, cerca de la desembocadura del fiordo de Scoresby Sund, solo accesible mediante helicóptero o en un barco que navega hasta allí unos pocos meses al año. La localidad fue fundada por un grupo de colonos noruegos en los años 20, y en la actualidad viven en ella cerca de quinientas personas, además de osos y zorros polares, ballenas y morsas.
La Rinconada (Perú)
No solo es uno de los lugares más remotos del mundo sino que también el la ciudad más alta del planeta. La Rinconada es una localidad de los Andes peruanos ubicada a 5100 metros de altitud. Se puede acceder a ella por tierra, pero solo con vehículos todoterreno. Además, está situada en un glaciar congelado de forma permanente.
Aunque parezca mentira, hay gente que vive en este lugar. Y el motivo principal son sus minas de oro, cuya explotación es la base de su economía.
Isla Macquarie (Australia)
La isla Macquarie se sitúa en el hemisferio sur, en medio del océano Pacífico, entre Nueva Zelanda y la Antártida. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1997 por su importancia geológica, y probablemente sea el lugar designado con este título más inaccesible del mundo. Sus únicos habitantes son científicos y aves, en especial una gran colonia de pingüinos rey.
Motuo (China)
Motuo es un condado ubicado las montañas tibetanas que, debido a su altitud, estuvo aislado del resto del mundo hasta 2013, cuando el gobierno chino completó la construcción de una carretera que pasaba bajo la montaña. Es un destino particularmente popular entre mochileros, aunque la ruta se considera bastante arriesgada.
Oimiakón (Rusia)
Oimiakón es un pueblo de la república rusa de Sajá, situado en el corazón de Siberia y conocido por ser el lugar habitado más frío de la Tierra. Para llegar a Oimiakón son necesarios dos días en coche desde Yakutsk, la ciudad más cercana, y solo se puede acceder durante el invierno, cuando los lagos y ríos que lo rodean están congelados. La autopista que conduce a Oimiakón se conoce como la Carretera de los Huesos, y su historia es tan siniestra como suena. Fue construida por miles de presos provenientes de los Gulags de Stalin, muriendo la mayoría durante las obras y quedando sepultados a lo largo de la carretera.