Los grafitis de Banksy colorean Roma
¿Qué sucede cuando un grafiti pasa de la calle al museo? ¿Al perder el contexto pierde su esencia, su fin? Dejemos que sean los espectadores quienes lo decidan: si planeáis un viaje a la monumental Roma próximamente, sabed que en el Palacio Cipolla (Vía del Corso, 320) hasta el 4 de septiembre se exponen unas 150 obras de Banksy, el artista más famoso y controvertido del arte urbano.
La exposición titulada Guerra, capitalismo y libertad reúne algunas de las piezas más conocidas de este artista de Bristol que surgió en los años 80. De hecho, esto es lo único que se sabe hasta el momento de él, ya que su identidad sigue siendo una incógnita. Hay que señalar que las obras de esta exhibición proceden de colecciones privadas, ninguna ha sido separada de su muro original. Si esta muestra se ha hecho con el consentimiento o no de Banksy, esto tampoco se conoce, ya que el museo guarda silencio al respecto.
Temas como el militarismo, la guerra, el trabajo infantil, la lucha de clases, el consumo de la sociedad capitalista o el cambio climático son algunas de las denuncias o críticas de Bansky a la sociedad actual que han surgido de la punta de sus aerosoles, apareciendo en lugares insólitos como en un Belén de Nápoles, en el mercadillo de Candem Town en Londres o cubriendo los muros de Cisjordania.
Uno de los más controvertidos fue el grafiti con el que “decoró” la fachada de un Centro de Planificación Familiar de Bristol, su ciudad, donde se representaba a un hombre descolgándose por la ventana huyendo del marido de una mujer adúltera. Incluso se llegó a hacer una encuesta entre los vecinos si se borraba o no, con el sorprendente resultado de que la obra se mantenía inamovible.
Lo cierto es que, siendo unos más polémicos que otros, los grafitis de Bansky pertenecen ya a la iconografía global, siempre con un mensaje que pretende dar una bofetada a las conciencias occidentales. ¿Quién no conoce la imagen de la niña registrando a un militar, símbolo de vigilar a los que nos vigilan? ¿Al manifestante que usa flores como arma arrojadiza? ¿Quién no se ha conmovido con esa silueta que vuela con sus globos, queriendo rebasar el Muro de Palestina?
Las contradicciones de nuestra época marcada por las guerras, el hambre y la hipocresía se retratan con genial sarcasmo: una paloma de la paz vestida con chaleco antibalas, una señora de la limpieza barriendo y ocultando bajo la alfombra lo que nos molesta y no queremos ver, en lugar de buscar una solución, las presiones de Unión Europea a los países de la zona sur, la indiferencia de las altas esferas preocupadas solo por su propio bienestar…
Un gran artista para unos, tan solo un gamberro para otros… Porque lo más importante es “que nadie te robe tus sueños”, no cabe duda de que el arte de Banksy no deja a nadie indiferente, y seguirá dando mucho que hablar y que pintar.