Las estatuas más grandes de Asia

Desde la antigüedad, los hombres han levantado estatuas destinadas a enaltecer a sus dioses y héroes, compitiendo entre ellas en grandiosidad. Si hay un continente que se lleva la palma en esto sin duda es Asia, donde las figuras monumentales baten todos los récords mundiales.
El Gran Buda de Tailandia, el Daibutsu de Ushiku o el Buda Dorado de Sri Lanka son solo algunos de los ejemplos de estos imponentes monumentos de metros y metros de altura visitados por millones de turistas cada año. Estatuas gigantes de dioses y emperadores se alzan sobre las principales ciudades asiáticas. ¿Te gustaría descubrirlas?
Hoy hacemos un repaso por algunas de las más impresionantes:

Estatua ecuestre de Genghis Khan, Mongolia.
Con 40 metros de altura, la estatua de Genghis Khan es la estatua ecuestre más grande del mundo. Su imponente figura de acero domina la estepa de Mongolia, un paisaje verde e infinito. Está construida junto al lugar en el que, según cuenta la leyenda, el joven emperador encontró el látigo con el que consiguió reunir a los nómadas en un solo y temible ejército que llegaría a extenderse por los cuatro puntos cardinales, atravesando la legendaria Gran Muralla China.

Buda del Templo de la Primavera, China.
En Lushan, provincia de Henan, se encuentra la estatua más alta del mundo que representa a Vairochana. Terminado en 2002, este gigante Buda impone con sus 128 metros de alto sobre su trono de loto a todos los visitantes que suben hasta sus pies, por una larga escalinata de piedra. Si a esto le sumamos los 25 metros de su pedestal, la altura alcanza un total de 153 metros, ¡el triple que la Estatua de la Libertad de Nueva York!

Estatua de Laykyun Setkyar, Myanmar.
Laykyun Setkyar, ubicado cerca de Monywa, con una altura de 116 metros es la segunda estatua más alta del mundo. Actualmente es una de las principales atracciones turísticas de este país, cuyo número de viajeros crece cada año. Su dorado interior alberga un museo que se puede visitar, ascendiendo hasta una altura de 85 metros. ¡Las vistas sobre el paisaje son increíbles!

Ushiku Daibutsu, Japón.
El Daibutsu de Ushiku, al noreste de Tokio, fue construido en 1993 y representa al primer Kyojin (Titán) de la historia de Japón. Sus colosales medidas son de 120 metros de alto incluyendo la base y su plataforma de loto. La estatua pesa 4.000 toneladas y su estructura es de acero chapado en bronce, resultando ser nada menos que treinta veces más grande que la Estatua de la Libertad de Nueva York. A su alrededor hay un inmenso parque con plantas que florecen en todas las estaciones. Escenario de numerosos festivales y celebraciones, es uno de los lugares de culto preferidos de Japón.

El gran Buda de Tailandia.
Si hay algo por lo que destaca Tailandia es por la elevada cantidad de estatuas de Budas de oro que lucen sus sagrados templos. Pero ninguna es comparable con el Gran Buda. Situada en el monasterio de Wat Muang en la provincia de Ang Thong, con 92 metros de altura ocupa el noveno lugar en el ranking de las estatuas más altas del mundo, mostrando un Buda sonriente pintado en oro.

Gran Buda Maitreya, Taiwán.
Maitreya es el nombre que en la religión budista hace referencia al próximo Buda histórico, el sucesor de Siddhartha, quien según la literatura sagrada regresará a la Tierra para enseñar el Dharma. El Gran Buda Maitreya de Taiwan de 72 metros, se alza sobre la orilla del lago cerca de Emei Beipu. Todos los budas Maitreya en Taiwán muestran la misma figura: orejas de grandes lóbulos, barriga y una amplia sonrisa. En su mano posee el mundo, con quien está destinado a compartir su sabiduría.

Hánuman Swami, la India.
La estatua de mayor magnitud de la India está dedicada al dios hindú Hánuman. Con 41 metros de altura se ubica en Paritala, en la provincia de Andhra Pradesh. Para los hindúes Hánuman es el dios mono, considerado un aspecto del dios Shivá. Su culto está muy extendido en la India, siendo su imagen un icono en la práctica totalidad de las instituciones oficiales. Se considera el protector de los enamorados, símbolo de lealtad, valor, fidelidad, abnegación y amistad.

El Buda del Templo Dorado en Sri Lanka.
Este magnífico Buda de 30 metros recibe a los peregrinos a la entrada del Templo de Oro de la ciudad de Dambulla en Sri Lanka. Revestido en pan de oro, bajo sus pies se inicia la ruta que da acceso al Monasterio de la Cueva, del siglo III a.C. siendo este uno de los lugares más populares de la isla.

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