#CivitatisInsider: Anna Bondareva, Destination Manager & RSC
Amante de los gatos y el chocolate, viajera incansable y preocupada por el medio ambiente. Así es Anna Bondareva, Destination Manager del equipo de EMEA de Civitatis y coordinadora del área de Responsabilidad Social Corporativa de la empresa.
Con dos carreras a sus espaldas, en Antropología Social y Cooperación Internacional para el Desarrollo, Anna echó raíces en Madrid tras haber vivido en países como Italia, Estados Unidos, Chile o en su propia Rusia natal. Su trayectoria le ha permitido convertirse en una auténtica políglota, defendiéndose en su lengua nativa, además del español, el inglés, el italiano y, también, algo de francés. ¿Estáis listos para conocer mejor a Anna Bondareva y descubrir sus secretos?
¿Cómo te definirías?
Desde el punto de vista profesional, soy antropóloga, me apasiona aprender sobre diferentes culturas del mundo. Por eso, claro, me gusta viajar para observar y analizar cómo vive la gente y qué costumbres tiene.
Desde el punto de vista personal, me definiría como una mezcla entre Julieta y Pipi Calzaslargas, por un lado delicada y por otro valiente, inquieta, inconformista y hasta un poco a contracorriente. Además, Julieta es uno de los papeles que me tocó actuar en un estudio de teatro justo cuando tenía su edad, lo que de algún modo marcó mi personalidad.
Como es de esperar, lo personal y lo profesional se invaden el uno al otro.
¿Cuál es tu función y puesto en Civitatis?
En Civitatis tengo una doble función y las dos misiones me apasionan un montón. Como puesto principal, soy Destination Manager de Roma, Florencia y países exsoviéticos, dentro del equipo Europa, Oriente Medio y África de nuestra Regional Manager Cristina Moreno. Por otro lado, llevo un proyecto aparte dedicado a la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y Sostenibilidad.
¿Qué ocupa la mayor parte de tu jornada? Tanto laboral como personalmente.
Como Destination Manager, me dedico a gestionar el producto para que siempre mantenga las óptimas condiciones para nuestros clientes, y también, a ampliar nuestro catálogo con las mejores experiencias que cada uno de mis destinos pueda ofrecer. Da mucha ilusión publicar nuevos tours en Civitatis, y te mueres de ganas por hacerlos en alguno de los viajes con los que estás soñando.
Dentro del proyecto de Sostenibilidad, en colaboración con la dirección, me dedico a las estrategias para fomentar el turismo sostenible, promoviéndolo entre nuestros clientes y proveedores, que va acompañado por un fuerte compromiso de nuestro equipo. Es un gran placer trabajar en un equipo tan comprometido con el medio ambiente y la sociedad.
En el tiempo libre del trabajo me gusta quedar con amigos y, sobre todo, invitarles a casa, organizando un generoso asado en nuestra terraza y después echar unas largas partidas de juegos de mesa. Nuestra casa es tan hospitalaria, que a veces parece una ONG (risas).
¿De dónde eres? ¡Cuéntanos algo chocante de tu zona!
Soy de Púshchino, una ciudad de 20.000 habitantes, ubicada a 100 km de Moscú. Se construyó con fines puramente científicos, y tiene hasta nueve institutos de investigación diferentes: en bioquímica, biofísica, astronomía, astrofísica, etc. Ahí se hicieron varios descubrimientos importantes a nivel mundial. Por ejemplo, en uno de estos institutos mi padre trabajó en un proyecto de investigación sobre la clonación.
En el Observatorio de Radioastronomía de Pushchino tenemos tres radiotelescopios que puedes ver de cerca paseando por los bosques que rodean nuestra ciudad. Hay muchas curiosidades más, pero no las voy a desvelar, para que la gente se anime a visitar mi pueblo natal y las descubra in situ.
¿Qué es lo que más te llamó la atención al mudarte a Madrid?
Me mudé a Madrid después de pasar un año en Roma, y lo que más me sorprendió fue lo bien que funciona el transporte público aquí en comparación con el caos de la capital de Italia. En general, Madrid me parece una ciudad muy cómoda para vivir. Aunque no he perdido mi amor por Roma, prefiero visitarla en calidad de turista.
¿Cuántos países has visitado?
27. Alemania, Austria, Argentina, Bélgica, Camboya, Chile, Cuba, Dinamarca, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Grecia, Italia, Luxemburgo, Mónaco, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rusia, Suecia, Suiza, Tailandia, Ucrania, Vaticano, Vietnam. ¡Y los que quedan por visitar!
¿Cuál es tu favorito?
Es difícil de elegir, cada uno tiene su magia. El que más me impresionó creo que fue Vietnam, donde experimenté el mayor choque cultural, en el buen sentido. Es el más diferente de los que he visto hasta ahora. He conocido solo Ho Chi Minh y sus alrededores y, aunque no es tan atractiva arquitectónicamente, me impresionó su gente. A pesar del pasado tan oscuro que tiene, sigue siendo un pueblo enormemente amable y hospitalario. Seguramente volveré en el futuro para conocer otras zonas del país.
Por otro lado, tengo que citar a mi querida Italia. Al igual que España, este país es capaz de sorprenderte en cada uno de sus rincones. Puedes sentirte en un cuento caminando entre los trulli de Apulia, viajar al pasado paseando por los pueblos de Sicilia, flipar con el mundo marino haciendo snorkel en las cristalinas aguas de Cerdeña, descubrir los infinitos secretos de la eterna Roma…
¿Cuál fue el primer país extranjero que visitaste?
Ucrania, toda mi infancia veraneaba ahí, visitando a mi abuela. En uno de estos viajes conocí la bellísima Kiev. Creo que es una de las pocas ciudades que es capaz de compararse con Roma por el papel histórico que ha tenido y por la cantidad de iglesias y parques.
¿Y el primer gran viaje que recuerdes?
Cuando tenía 18 años mis padres y yo emprendimos un gran viaje por Europa. Durante la época soviética ellos no tuvieron muchas oportunidades de viajar fuera, por lo que yo solo había conocido Rusia y Ucrania. ¡Queríamos verlo todo! Reservamos un tour de dos semanas en el cual visitamos siete países de golpe.
¿Qué destinos has visitado desde que trabajas en Civitatis?
Muchísimos: Bélgica, Grecia, Reino Unido, Portugal, Vietnam, Tailandia, Camboya, Cuba, Finlandia, Dinamarca, Suecia, Luxemburgo… También he conocido varios sitios de España, como Mallorca, Ibiza, Valencia, Cuenca, León, Burgos, muchas ciudades y pueblos de Asturias, Andalucía y un largo etcétera. Casi cada uno de estos viajes los llené con alguna actividad de Civitatis.
¿Cuál es la anécdota más graciosa que te ha sucedido viajando?
La anécdota más graciosa me pasó en Grecia, un país que tiene una curiosa combinación de ser la cuna de la filosofía y ciencias occidentales y, a la vez, ser una nación muy tradicional y agraria. ¡De ahí posee su riquísima gastronomía! Pues bien, estábamos volviendo en un tren rumbo a Atenas desde Meteora, uno de los sitios más mágicos que he visto. En nuestro vagón estaba viajando un señor con una caja que se movía y hacía ruidos extraños. De repente de la caja se escapó un gallo y empezó a correr por todo el vagón y el señor preocupado corría detrás de él intentando agarrarlo. Se me salían lágrimas de la risa. Fue algo inimaginable, imposible verlo en los trenes de Madrid o Moscú.
Por lo general, cuanto más caótico es el viaje, más anécdotas tienes para recordar con una sonrisa. Y lo más bonito de todo es que siempre se encuentra gente dispuesta a ayudarte, personas amables e interesantes que pueden convertirse en tus amigos, o… en algo más. De hecho, en un vuelo de Roma a Madrid conocí a mi marido (ríe).
¿Cuál es tu próximo destino Civitatis?
Ya que es difícil salir del país y a estas alturas del año cada vez cuesta más aguantar el invierno, creo que es un buen momento para conocer las Islas Canarias.
¿Y tu destino Civitatis soñado?
Perú con su Machu Picchu y la cultura local, y alguna isla desierta, tipo Bora Bora. ¡Sería una pasada hacer snorkel ahí!
¿Qué actividad de Civitatis te mueres por hacer?
Me encantaría ver un lanzamiento de cohete desde el cosmódromo de Baikonur. Ahora, debido a la COVID-19, los lanzamientos no están abiertos al público. Pero algún día se podrá volver a hacerlo y espero que alguien haga ese regalito (risas). Para completar la experiencia, no estaría mal hacer un entrenamiento de cosmonautas en la Ciudad de las Estrellas con la excursión desde Moscú.
¿Free tour o tour de pago?
Siempre cuando es posible hago los free tours. Creo que es la mejor manera tanto para conocer un destino, como para promocionarlo. Y los tours de pago para profundizar.
¿Cuál es la mayor propina que has dado en un free tour y por qué?
Unos 15 euros aproximadamente.
¿Tours culturales o de aventura y adrenalina?
Por el tipo de destinos que he visitado, he hecho más tours culturales, pero los de aventura también me gustan.
¿McDonalds y pizzerías o cocodrilo e insectos?
Siempre prefiero la comida local y tradicional, ya que esto también es una forma de aprendizaje cultural y un modo de apoyar la economía del destino. La verdad es que he probado cosas que es mejor no mencionar por aquí, aunque siempre procuro asegurarme que lo que pruebo no suponga ningún riesgo para la salud y que esté debidamente cocinado.
¿Viajar conectado o desconectar de todo?
Cada vez busco desconectar más.
¿A qué época de la Historia te gustaría viajar?
Por curiosidad, me gustaría encontrarme en la cueva de Altamira en la Edad de Piedra para ver que motivó a los cavernícolas a crear estas espectaculares obras rupestres. También me gustaría comprobar si el hombre actual es mucho más diferente que hace millones de años, si de verdad somos mucho más avanzados como nos imaginamos.
Sin embargo, para vivir creo que la mejor época es la actual. Las anteriores han sido bastante más crueles. Aunque todavía nos queda mucho por mejorar y tenemos una importante tarea de cuidar nuestro planeta, ya que de ello depende el futuro.
¿A qué personaje célebre (vivo o muerto) te llevarías de pub crawl?
Me encantaría invitar a Charles Chaplin, mi director y actor de cine preferido. ¡Un verdadero genio! Visto que es un cómico, seguro nos divertiríamos un montón pero, a la vez, con él se podría tener unas charlas muy profundas sobre las injusticias que hay en el mundo.
¿Peli y manta o cena y copas?
Los dos planes me gustan y los intercalo uno con el otro.
¿Yoga o running?
Yoga está bien, aunque me da un poco de sueño. Prefiero algo un poco más dinámico, como ejercicios de gimnasia o pilates. En general, creo que la mejor actividad física es bailar.
Lo de correr lo descubrí con Civitatis, porque nuestro equipo participa anualmente en la Carrera de las Empresas. Ya que me apunto a todo, pues me animé a este plan y así también descubrí que no corro tan mal como me lo había imaginado.
¿Cine o teatro?
El teatro me gusta más para actuar yo, aunque este hobby lo tengo bastante abandonado. Y respecto al cine, soy más de verlo en casa. Como espectadora, lo que más me gusta son conciertos en vivo de buena música de todo tipo: rock, jazz, bossa nova, flamenco, clásica, etc.
¿Algún ritual antes de entrar a trabajar? ¿Y al salir?
Soy más productiva por la tarde-noche. Por suerte, en Civitatis tenemos flexibilidad horaria. Siempre entro de los últimos, pero después me entretiene tanto el trabajo que no hay forma de echarme de la oficina.
¿Cuál es tu canción más energizante?
Cuando escribo o leo textos la música me distrae, pero cuando trabajo con los números las canciones dinámicas de Dua Lipa, Daft Punk o Gorillaz me ayudan a concentrarme. Y las pocas veces que salgo a correr me pongo algo más loco, como Funk Soul Brother de Fatboy Slim. Este tema tan energizante te hace creer que puedes con todo.
¿Y la serie que te roba horas de sueño actualmente?
Ahora estoy mirando la de Marco Polo, en este momento me parece especialmente interesante porque en este periodo he estado publicando varias actividades en los destinos de la Ruta de la Seda.
¿Tienes algún “placer culpable”?
Me gusta mucho el chocolate, soy capaz de comer una barra entera, y de las grandes. Pero, últimamente, intento limitarme. Hay que dejar algo de cacao para las futuras generaciones.