Los 10 pueblos más bonitos de los Pirineos
Montañas con picos de más de 3.000 metros de altitud, rutas de senderismo inolvidables por parques naturales, pueblos que parecen haber sido sacados de un cuento, leyendas…. Suena bien, ¿verdad? Los Pirineos son un auténtico paraíso que comparten España y Francia, convirtiéndose en un destino perfecto durante todo el año. Pero, ¿cuáles son los pueblos más bonitos de los Pirineos?
Esta imponente barrera montañosa cuenta con preciosos valles en los que se pueden encontrar pueblos mágicos con una arquitectura de lo más especial y salpicada de una naturaleza que enamora a todo aquel que lo visita. Parece pomposo, y hasta exagerado, pero os aseguramos que una ruta por los Pirineos es un imprescindible para todos los viajeros.
Si siempre habéis deseado planear un viaje a esta zona pero no sabéis qué ver en los Pirineos, desde Civitatis os hemos preparado una lista con los 10 pueblos más bonitos de los Pirineos, tanto de la parte aragonesa como de la parte catalana.
Ansó, territorio frontera
Comenzamos en el Pirineo aragonés, concretamente en Ansó, el pueblo más occidental de nuestra ruta. Territorio fronterizo entre Aragón y Navarra, esa pequeña localidad pertenece al Parque Natural de los Valles Occidentales y al Paisaje Protegido de las Foces de Fago y Biníes. Si visitáis Ansó, la naturaleza que envuelve a esta localidad será lo primero que encontraréis. Sin embargo, no podemos dejar a un lado el importantísimo patrimonio arquitectónico y cultural del que goza.
Panticosa, el balneario más antiguo de Europa
Hablar de Panticosa sin hacer referencia a sus aguas termales, no sería justo. Rodeada de algunas de las cumbres más altas de los Pirineos, Panticosa es conocida por su histórico balneario, uno de los más antiguos de Europa. Además, esta localidad puede presumir de contar con una de las historias más ricas de la zona, ya que se encontraron monedas del emperador romano Tiberio.
Torla-Ordesa, en pleno pulmón de los Pirineos
Torla-Ordesa es la puerta de entrada natural al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, y es un imprescindible en toda ruta por el Pirineo Aragonés. Considerado como uno de los pueblos más bonitos de España, Torla-Ordesa cuenta con un entramado de calles empedradas perfecto para pasear y perderse, sin olvidarnos de visitar la iglesia de San Salvador o sus casonas.
Los más aventureros, podrán disfrutar en Torla-Ordesa de esta emocionante ruta de barranquismo en el Pirineo aragonés.
Aínsa, uno de los pueblos más bonitos del Sobrarbe
La localidad oscense de Aínsa es, sin ninguna duda, una auténtica joya del Pirineo. ¿Por qué? Un castillo del siglo XI, la iglesia de Santa María, la Cruz Cubierta de Aínsa, un casco antiguo repleto de casonas y una naturaleza que quita el hipo nos parecen razones de peso para incluir a Aínsa en la lista de los 10 pueblos más bonitos de los Pirineos.
Alquézar, fortaleza árabe en plenos Pirineos
Para terminar con los Pirineos Aragoneses, viajamos hasta Alquézar, en la comarca del Somontano. Esta villa medieval cuenta con numerosas leyendas debido a su pasado árabe. ¿Sabéis que fue construida por Jalaf Ibn Rasid? Además, para conocer Alquézar al completo, es fundamental contemplar la Colegiata de Santa María la Mayor. ¡Una manera perfecta de despedirnos de la parte aragonesa de nuestra ruta!
Desde la ciudad de Huesca, podréis disfrutar de esta excursión a las Pasarelas de Alquézar. La actividad os permitirá descubrir el último tramo del Cañón del río Vero, cuyos paisajes son, simple y llanamente, de una belleza realmente espectacular.
Tahull y el arte románico
Nos acercamos al Valle de Boí, concretamente a Tahull (o Taüll). Este es uno de los pueblos más bonitos de los Pirineos y también uno de los más importantes de este valle, ya que alberga la iglesia de Sant Climent y la proyección del Pantocrator. ¡Se puede ver como estaba pintado el templo en el Siglo XII! Por otro lado, pasear por las calles de Tahull es un regalo para todos los turistas gracias a su arquitectura típica pirenaica.
Los amantes del arte, sin duda no pueden irse de Tahull sin adquirir esta entrada a las iglesias románicas del Valle de Bohí, que permite el acceso a la iglesia de Sant Climent y a otras joyas arquitectónicas de los alrededores.
Viella, un pueblo de cuento
Capital del Valle de Arán. Testigo de conquistas, batallas e invasiones. Habitado por templarios, romanos y hasta por el mismísimo Napoleón. ¿Os parece poco? Viella cuenta con un casco histórico de cuento, dividido por el paso del río Nere y que lo convierte en un lugar perfecto por el que pasear. Por otro lado, la cercanía de Baqueira Beret hace que los esquiadores elijan Viella para hospedarse y disfrutar de su encanto. ¡Un imprescindible en cualquier viaje por el Pirineo Catalán!
Si queréis conocer más detalles sobre esta preciosa zona del Pirineo catalán, podéis consultar esta guía para visitar el Valle de Arán.
Arties y la convivencia del románico y el gótico
Seguimos en el Valle de Arán para descubrir Arties, un ejemplo de la mezcla de estilos arquitectónicos románico y gótico en una misma localidad. La imponente torre gótica de cinco pisos de la iglesia de Santa María de Arties nos da la bienvenida. En su interior, podemos contemplar varios retablos barrocos de los siglos XVII y XVIII. Para terminar de recorrer la localidad, os recomendamos visitar las casas renacentistas de su casco urbano.
Bagergue, el pueblo más alto del Valle de Arán
Bagergue cuenta con apenas 100 habitantes, pero eso no la hace menos especial. Sus calles, plazas y casas han sabido conservar de una forma perfecta la arquitectura típica aranesa, con tejados de pizarra negra y ventanas y puertas de madera. Asimismo, Bagergue posee la iglesia parroquial de Sant Félix, de una belleza exquisita y que os dejará totalmente enamorados.
Prulláns, perfecto para hacer rutas de senderismo
Terminamos el listado de los pueblos más bonitos de los Pirineos con Prulláns, en el Parque Natural Cadí-Moixeró. Esta pequeña localidad es perfecta para realizar una escapada en pareja gracias al encanto que desprenden cada una de sus calles y su entorno natural, famoso por sus rutas de senderismo. ¿Puede haber un final mejor?