Los 10 pueblos más bonitos de Madrid

En Civitatis os traemos una selección de los pueblos más bonitos de la Comunidad de Madrid para ayudaros a planificar vuestro próximo fin de semana. ¡Preparad el GPS!

Aranjuez

Aranjuez es el Versalles español, o al menos así lo conocen aquellos que han tenido la oportunidad de visitar su elegante palacio rodeado de inmensos jardines. Esta residencia real situada a orillas del río Tajo fue construida y ampliada entre los siglos XVI y XVIII para representar el poder de la monarquía española. Para deleitaros con la belleza de esta localidad madrileña, os recomendamos hacer una excursión a Aranjuez desde la capital, hacer una visita guiada por el Palacio de Aranjuez o explorar una de sus joyas naturales dando un paseo en barco por el Tajo.

Buitrago de Lozoya

A los pies de la sierra de Guadarrama se encuentra Buitrago de Lozoya, uno de los pueblos más bonitos de Madrid. ¿Sabíais que su muralla de origen musulmán se conserva a la perfección? Pasear por sus calles medievales mientras contemplas la Torre del Reloj o el Alcázar es un plan perfecto para el fin de semana. El río Lozoya rodea el recinto amurallado y sobre él se alza el Puente del Arrabal, que daba acceso al centro de la ciudad. Todo el complejo constituye una panorámica única.

Manzanares El Real

Manzanares El Real, situado al lado de La Pedriza, es un enclave natural perfecto para practicar escalada y senderismo y famoso por el castillo de los Mendoza. Construido sobre una fortaleza mudéjar en el siglo XV con cuatro torres de estilo isabelino, es el castillo mejor conservado de la Comunidad de Madrid. Pero además, Manzanares el Real cuenta con otros lugares de interés, como la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves o la ermita de Nuestra Señora de Peña Sacra. Si estáis en Madrid y queréis disfrutar de los grandes atractivos de este lugar, podéis reservar una excursión a Guadarrama y al Castillo de Manzanares El Real. ¡Será un plan ideal!

Chinchón

Siguiendo con la ruta de los pueblos más bonitos de Madrid, una visita imperdible es la de Chinchón. Su Plaza Mayor, declarada Conjunto Histórico-Artístico, ha sido escenario de fiestas de la realeza, representaciones teatrales, corridas de toros y hasta ejecuciones. Rodeada de casas con balcones y soportales de madera, da la impresión de estar en un corral de comedias gigante. Una visita guiada por Chinchón para conocer los secretos de la plaza y después un almuerzo en uno de sus restaurantes para probar el famoso licor típico. ¿Se te ocurre un plan mejor?

Patones de Arriba

Patones de Arriba y sus casas de pizarra se han convertido en uno de los municipios más visitados por los amantes del turismo rural. Es uno de los “pueblos negros“, llamados así por su arquitectura popular que usa como elemento principal la pizarra y da a los edificios este aspecto oscuro. Las piedras de tonos grises, violetas o azulados otorgan un encanto singular a estos municipios. Merece la pena viajar a este pintoresco pueblecito para pasear por sus calles empedradas y ver sus casitas de pizarra decoradas con flores. ¡Un acierto seguro!

San Lorenzo de El Escorial

A 47 kilómetros de Madrid se encuentra el lugar que Felipe II usaba como retiro y donde descansan sus restos y los de los demás monarcas españoles: el Real Monasterio de El Escorial. Si queréis visitar El Escorial al completo, no podéis perderos su basílica, un palacio real, un panteón, un monasterio y una biblioteca abovedada que es una de las más bellas de España y del mundo. El monasterio es uno de los mayores atractivos turísticos de la Comunidad de Madrid y recibe al año millones de visitantes. ¡Y no es para menos! El municipio donde se ubica, San Lorenzo de El Escorial, comparte la arquitectura del monasterio, con edificios de estilo renacentista herreriano. Dentro de su término también se incluye el Valle de Los Caídos, la monumental basílica construida por orden de Francisco Franco a la conclusión de la Guerra Civil Española.

Rascafría

Sin duda, dentro de la lista de los 10 pueblos más bonitos de Madrid no podía faltar Rascafría. Situado en el Valle Alto de Lozoya y rodeado de un espectacular paraje natural, es un pequeño municipio que tiene mucho que ofrecer. En él se encuentra el Monasterio de Santa María del Paular, una joya arquitectónica de estilo gótico construida en el siglo XV que fue la primera cartuja de España. Además de su patrimonio monumental, Rascafría también cuenta con espacios naturales dignos de mención, como el bosque finlandés, un pequeño parque de abetos, chopos, abedules y otros árboles provenientes del norte de Europa.

San Martín de Valdeiglesias

San Martín de Valdeiglesias es un pueblo lleno de historia, comenzando desde la Edad Media. A esta época pertenece su atractivo principal, el castillo de la Coracera. Por esta esta fortaleza del siglo XV han pasado personajes ilustres de la historia de España como la reina Isabel la Católica. El centro histórico del pueblo también conserva su espíritu medieval, lo que hace de San Martín un destino inmejorable para una escapada.

Cadalso de los Vidrios

Otro de los pueblos con más encanto de Madrid, aunque poco conocido, es Cadalso de los Vidrios. Sus orígenes se remontan a la época prerromana, aunque el municipio fue tomando forma a lo largo de los siglos, por lo que hoy en día posee construcciones de todas las épocas. Un observatorio musulmán, una casa noble medieval y un palacio renacentista son los testigos de la historia de Cadalso. Destaca el Palacio del marqués de Villena, un elegante edificio de granito rodeado por hermosos jardines inspirados en los del Monasterio de El Escorial.

Navacerrada

Famoso por su puerto de montaña, que alberga una estación de esquí, Navacerrada es además un encantador pueblo de la Sierra de Madrid. Atrae principalmente un turismo de invierno, la mejor época para visitar el municipio y pasear entre sus casitas nevadas. ¡Os encantará! De hecho, podéis probar a hacer una de sus actividades más populares: ¡dar un paseo con raquetas de nieve por la Sierra de Guadarrama! Su arquitectura rural con edificios de piedra y fuentes hacen que Navacerrada sea una elección óptima para un fin de semana en la montaña.