Sentíos como parte de la realeza disfrutando de una merienda de dulces típicos de Turín tal y como lo hacían las clases acomodadas en el siglo XIX. ¡Un plan que gustará a niños y mayores!
¿Por qué tomar una merienda real en Turín?
¿Sabíais que las meriendas eran un auténtico ritual en Turín? A la hora que elijáis, deberéis acudir a la piazza Carignano donde encontraréis la famosa heladería Pepino. En este local, cuyo origen se remonta al año 1884, disfrutaréis de un auténtico festín del dulce.
El origen de esta comida tan golosa se remonta al siglo XIX, cuando la nobleza de Turín se reunía para disfrutar de la tranquila y sosegada vida burguesa. Como si fuerais parte de la realeza, tomaréis asiento y... ¡a merendar!
Podréis degustar un delicioso surtido de 8 variedades de dulces diferentes entre las numerosas opciones de pasteles y galletas típicas de la heladería. Pazientini, lenguas de gato, ginevrine, amaretti, turrones de almendra, torcetti, merengues y mucho más a vuestra elección. ¡Se os hará la boca agua!
Además, podréis acompañar estas pastas con un delicioso bicerin, una bebida tradicional que combina el cacao y el café. ¿Qué más se puede pedir?
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